Un video de turistas que criticaron la caza de osos polares en Nunavut generó rechazo en la comunidad local, evidenciando tensiones culturales y regulaciones sobre este tipo de actividad en la región.

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En la remota región de Nunavut, en el norte de Canadá, un video publicado por dos turistas turcos ha desatado una fuerte polémica. Los visitantes, que tenían la intención de documentar el impacto del cambio climático en el Ártico y capturar imágenes de los osos polares, hicieron comentarios negativos sobre la caza de estos animales, lo que fue considerado ofensivo por la comunidad local.

La grabación, que posteriormente fue eliminada de Instagram, muestra a los turistas expresando su oposición a la caza deportiva y solicitando que se detenga esta práctica.

Estos turistas, Süha Derbent y Murat Uslu, realizaron una visita de diez días a Arctic Bay, una pequeña localidad en Nunavut, con el objetivo de fotografiar la fauna polar y entender cómo las comunidades indígenas interactúan con el medio ambiente en un contexto de cambios climáticos acelerados.

Sin embargo, su postura contraria a la caza de osos polares fue interpretada como una falta de respeto hacia las tradiciones y el modo de vida de los Inuit, quienes consideran a estas actividades como parte de su cultura y sustento.

La caza de osos polares en Nunavut está regulada estrictamente. Cada año, las Organizaciones de Cazadores y Tramperos locales reciben un número limitado de permisos para cazar polar bears, y estas actividades están sujetas a controles para preservar la población.

Además, la carne y las pieles de los animales cazados benefician a la comunidad, reforzando una economía sustentable y diferenciándose de la caza indiscriminada.

Durante una entrevista con CBC News, Derbent explicó que, en su visita, solo tenían permiso para observar y fotografiar, pero fueron interceptados en el hielo por operadores turísticos que colaboran con cazadores deportivos.

El turista afirmó que su intención no era causar daño ni ofender a los Inuit, y expresó su respeto por su cultura. "No queríamos herir sensibilidades, solo mostramos lo que vimos y sentimos que era importante compartirlo. Disculpamos si causamos alguna molestia, pero no fue nuestra intención hacer enojar a nadie", declaró.

Por su parte, Nooks Lindell, artista inuit residente en Arviat, manifestó que el video refleja un problema más profundo. Agregó que las comunidades inuit han vivido en armonía con su entorno durante generaciones, y que la introducción de medidas como las escuelas residenciales y restricciones sobre la caza han afectado su forma de vida.

Lindell explicó que, en realidad, los sistemas de permisos y caza regulada buscan mantener el equilibrio poblacional y garantizar la sustentabilidad de los osos polares, considerados un recurso vital para las comunidades, tanto para la alimentación como para el arte y la cultura.

Desde la organización Nunavut Tunngavik Inc., su vicepresidente Paul Irngaut afirmó que la caza deportiva, cuando está bien regulada, proporciona beneficios económicos y sociales a las comunidades indígenas.

"Los recursos generados por estas actividades participan en la economía local, en la fabricación de ropa y en la alimentación comunitaria", expresó.

También advirtió que quienes critican estas prácticas deben comprender primero el contexto y consultar a las comunidades antes de emitir juicios.

En la misma línea, Chris Mitchell, representante de Arctic Bay Adventures, afirmó que las políticas del municipio prohíben a los turistas acercarse a las áreas donde cazadores están activos, y que en ningún momento estos tuvieron permitido acercarse a los cazadores o a las áreas de caza.

Lindell concluyó diciendo que, aunque el video fue frustrante de ver, espera que sirva para que más Inuit puedan expresarse y defender sus tradiciones.

"Cuanta más voz tengamos, menos probabilidades hay de que este tipo de malentendidos vuelvan a ocurrir. La historia de Nunavut se basa en nuestro respeto por la naturaleza, y eso no cambiará", afirmó.

En un contexto más amplio, la historia de la región refleja un proceso de adaptación cultural y regulación sobre la conservación. La población de osos polares en Baffin Bay, por ejemplo, ha mantenido cifras estables, y las regulaciones actuales buscan proteger tanto a la fauna como a las comunidades que dependen de ella.

La polémica generada por el video evidencia las tensiones entre perspectivas culturales y la importancia de comprender el modo de vida inuit en el respeto por la naturaleza y el medio ambiente.