El telescopio de la NASA se lanzó con el objetivo de investigar los comienzos del universo y localizar agua en la Vía Láctea.

El telescopio SPHEREx, desarrollado por la NASA, fue lanzado al espacio el pasado martes desde California, marcando el inicio de una ambiciosa misión dedicada a investigar los orígenes del universo y a buscar depósitos ocultos de agua en la Vía Láctea, un componente clave para la vida.
Este innovador telescopio, cuyo nombre completo es Spectro-Photometer for the History of the Universe, Epoch of Reionization, and Ices Explorer, fue transportado por un cohete Falcon 9 de SpaceX que despegó desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California.
A lo largo de su misión prevista, que tendrá una duración de dos años, SPHEREx se dedicará a recoger información sobre más de 450 millones de galaxias y más de 100 millones de estrellas dentro de nuestra galaxia.
El objetivo primordial de este telescopio es crear un mapa tridimensional del cosmos utilizando 102 colores, que representan diferentes longitudes de onda de luz.
Además, se centrará en estudiar la historia y la evolución de las galaxias, y en profundizar la comprensión de un fenómeno fascinante conocido como inflación cósmica.
Este concepto trata sobre la rápida y exponencial expansión del universo desde un solo punto en un breve lapso de tiempo tras el Big Bang, ocurrido hace aproximadamente 13.8 mil millones de años.
Phil Korngut, un científico de instrumentos de SPHEREx en Caltech, explicó: "SPHEREx está realmente intentando investigar los orígenes del universo, lo que sucedió en esos pocos instantes iniciales después del Big Bang".
La teoría predominante que describe este fenómeno se denomina inflación, la cual sugiere que el universo experimentó una expansión enorme durante ese breve periodo.
Por su parte, Shawn Domagal-Goldman, director interino de la División de Astrofísica de la NASA, mencionó que SPHEREx buscará las "reverberaciones del Big Bang" en los lugares que observará.
Este telescopio tomará imágenes de todas las direcciones alrededor de la Tierra, separando la luz de miles de millones de fuentes cósmicas, como estrellas y galaxias, para determinar su composición y distancia.
Dentro de nuestra propia galaxia, SPHEREx se enfocará en detectar depósitos de agua congelada, que podrían encontrarse en la superficie de granos de polvo interestelar en grandes nubes de gas y polvo, las cuales dan origen a nuevas estrellas y planetas.
Se buscará agua, así como moléculas como el dióxido y el monóxido de carbono, congeladas en la superficie de esos granos de polvo. Los científicos consideran que los depósitos de hielo atados a los granos de polvo en estas nubes son donde se forma y reside la mayor parte del agua en el universo.
Acompañando al telescopio SPHEREx, también se lanzó una constelación de satélites como parte de la misión PUNCH (Polarimeter to Unify the Corona and Heliosphere), con el objetivo de comprender mejor el viento solar, un flujo continuo de partículas cargadas provenientes del sol.
Estos eventos solares pueden tener efectos en las condiciones del espacio que afectan la tecnología humana, incluyendo interferencias en satélites y cortes de energía.
La misión PUNCH está diseñada para observar el sol y su entorno con cuatro satélites de tamaño similar a una maleta, que juntarán piezas para formar una vista tridimensional de la atmósfera solar —la corona— mientras se convierte en el viento solar que llena todo nuestro sistema solar.
Dichos esfuerzos resaltan la importancia de entender no solo el universo en su conjunto, sino también los fenómenos que nos afectan directamente desde el espacio.