NASA y SpaceX ajustan el calendario de sus misiones debido a problemas técnicos, afectando el regreso de dos astronautas estadunidenses.

NASA y SpaceX han anunciado un retraso en el lanzamiento de una tripulación de reemplazo de cuatro astronautas que debían dirigirse a la Estación Espacial Internacional (EEI), lo que provocará que los astronautas estadounidenses Butch Wilmore y Suni Williams sigan en el espacio más tiempo del planeado.
Estos dos astronautas han estado a bordo de la EEI durante nada menos que nueve meses, tras los problemas que presentó la cápsula Starliner de Boeing durante su misión.
El lanzamiento, programado originalmente para llevar a cabo este miércoles desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, fue cancelado por un fallo en un sistema hidráulico relacionado con el brazo de soporte en tierra para el cohete Falcon 9.
Según un comunicado de NASA, el equipo de lanzamiento está trabajando para resolver este inconveniente. La nueva fecha de lanzamiento se ha fijado para no antes de las 01:03 a.m. CET del viernes, a pesar de los vientos fuertes y previsiones de lluvia que complicaron el intento previsto para el jueves.
De concretarse este nuevo lanzamiento el viernes, el regreso de Wilmore y Williams a la Tierra podría realizarse el miércoles siguiente. Este ajuste en el cronograma se produce tras presiones de la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, y su asesor Elon Musk, CEO de SpaceX, quienes solicitaron que los astronautas fueran traídos de vuelta antes de lo previsto.
Wilmore y Williams han estado involucrados en importantes investigaciones y labores de mantenimiento en la estación, junto a otros astronautas de diversos países, incluyendo a un astronauta japonés y otro ruso.
Desde su llegada a la EEI, han mantenido su seguridad y bienestar, aunque Williams ha manifestado su deseo de regresar a casa y reunirse con su familia y sus perros.
La misión Crew-10, como se conoce a esta operación, en condiciones normales sería simplemente un relevo de astronautas, pero se ha convertido en un tema de controversia política, luego de que Trump y Musk mencionaran sin evidencia alguna que el expresidente Joe Biden tiene responsabilidad en las demoras del regreso de los astronautas.
La situación de Wilmore y Williams ha sido particularmente complicada, ya que el Starliner, que los transportó inicialmente, presentó problemas de propulsión que hicieron que la NASA determinara que no era seguro para ellos regresar en dicha nave.
Por ello, se optó por enviarles de regreso en una cápsula de SpaceX, que ha sido diseñada para estos fines y ha demostrado su funcionalidad en repetidas ocasiones desde su introducción en 2020.
El desarrollo del Starliner está bajo la lupa, con múltiples críticas hacia Boeing por las demoras y los costos sobrepasados en su manufactura. Este proyecto, que cuenta con un contrato de 4,5 mil millones de dólares con NASA, se sitúa significativamente detrás del Crew Dragon de SpaceX, que, desde su certificación, ha sido el único medio para el envío de astronautas a la órbita desde territorio estadounidense.
Con cada día que pasa en el espacio, la historia de Wilmore y Williams se convierte en un recordatorio de los desafíos y complejidades que enfrenta la exploración espacial moderna, donde tecnología, política y ciencia se entrelazan en una búsqueda continua de avanzar hacia lo desconocido.
Cada misión ofrece lecciones valiosas, no solo sobre la técnica espacial, sino también sobre la realización de proyectos conjuntos entre naciones.