El próximo lanzamiento del satélite NISAR, resultado de una cooperación internacional entre la NASA y la ISRO, marcará un hito en la observación de nuestro planeta con tecnología de vanguardia y precios en euros que superan los 2 millones de euros.

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Este satélite, que será lanzado la próxima semana, representa un logro sin precedentes en la cooperación internacional en el ámbito espacial y en la tecnología de observación terrestre.

Presuntamente, el costo total de la misión supera los 2 millones de euros, considerando la inversión en desarrollo, fabricación y lanzamiento.

NISAR, que significa NASA-ISRO Synthetic Aperture Radar, será el primer satélite de observación terrestre con doble banda de radar, un avance tecnológico que permitirá obtener datos con una resolución espacial muy alta, incluso en condiciones meteorológicas adversas y durante el día y la noche.

La misión tiene como objetivo principal monitorizar cambios en la superficie terrestre, hielo y vegetación, ayudando en la predicción de desastres naturales como terremotos, deslizamientos y el avance de glaciares.

El satélite será lanzado desde el centro espacial Satish Dhawan, en Sriharikota, utilizando el cohete GSLV-F16, que realizará su primer lanzamiento en órbita solar-sincrónica (SSO).

La carga útil, que pesa aproximadamente 2.392 kg, será colocada en una órbita de 743 km de altura con una inclinación de 98.4 grados, permitiendo una cobertura global en ciclos de aproximadamente 12 días.

Supuestamente, este proyecto ha sido el resultado de más de una década de colaboración técnica entre ambas agencias, integrando tecnología de diferentes continentes y fases de desarrollo.

La cooperación entre #NASA y #ISRO en este campo ha sido considerada un ejemplo de cómo la colaboración internacional puede potenciar la innovación tecnológica y el conocimiento científico.

El satélite #NISAR está equipado con una antena reflectora desplegable de 12 metros

El satélite NISAR está equipado con una antena reflectora desplegable de 12 metros, desarrollada por NASA, que trabaja en conjunto con los sistemas de radar de ISRO, operando en las bandas L y S.

Esta tecnología permitirá detectar incluso pequeñas deformaciones en la superficie terrestre, contribuyendo a estudios sobre cambios en el nivel del mar, movimiento de placas tectónicas, derretimiento de hielo y dinámica de la vegetación.

Supuestamente, los beneficios de esta misión también incluyen aplicaciones prácticas como el monitoreo del hielo marino, la detección de embarcaciones en alta mar, el seguimiento de tormentas, la medición de humedad del suelo y el mapeo de recursos hídricos superficiales.

Además, se espera que NISAR sea fundamental en la gestión de desastres naturales, proporcionando datos en tiempo real para mejorar las respuestas de emergencia.

Este lanzamiento representa un hito en la historia de la cooperación aeroespacial internacional, siendo la primera vez que ambas agencias trabajan juntas en un hardware dedicado a estudios terrestres.

La colaboración no solo fortalece las capacidades científicas de ambas instituciones, sino que también impulsa el desarrollo de tecnologías que podrían tener un impacto duradero en la forma en que comprendemos y protegemos nuestro planeta.

En un contexto más amplio, la inversión en tecnología espacial y en proyectos como NISAR refleja el interés global en la sostenibilidad y en la gestión eficiente de los recursos naturales, en un momento en que los efectos del cambio climático se vuelven cada vez más evidentes y preocupantes.