NASA lanzó la sonda Europa Clipper, un ambicioso proyecto destinado a investigar las condiciones de vida en Europa, uno de los satélites más intrigantes de Júpiter.

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NASA ha llevado a cabo con éxito el lanzamiento de la sonda Europa Clipper desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, con el objetivo de evaluar si la luna Europa, situada en el sistema de Júpiter, puede albergar vida.

Este acontecimiento tuvo lugar el pasado lunes, después de una semana de espera debido al paso del huracán Milton.

La misión del Europa Clipper, programada para durar casi diez años, busca investigar un vasto océano subsuperficial que se cree que existe debajo de la gruesa capa de hielo de la luna.

Con unas dimensiones de aproximadamente 30,5 metros de largo y 17,6 metros de ancho cuando sus antenas y paneles solares están completamente desplegados, este es el más grande de los vehículos espaciales diseñados por NASA para una misión planetaria, superando incluso el tamaño de una cancha de baloncesto.

La sonda tiene un peso de alrededor de 6.000 kilogramos.

El Europa Clipper se embarcará en un viaje de cerca de 2,9 mil millones de kilómetros, con la esperanza de entrar en la órbita de Júpiter en 2030. Este último objetivo es particularmente emocionante para los científicos, quienes han propuesto que Europa podría contener más agua líquida que todos los océanos de la Tierra.

Su diámetro es de aproximadamente 3.100 kilómetros, lo que equivale a cerca del 90% del tamaño de nuestra propia luna.

El interés por Europa radica en su potencial para albergar vida.

La luna posee un entorno único que incluye un océano subglacial que podría alcanzar profundidades entre 60 y 150 kilómetros, cubierto por una corteza helada que oscila entre 15 y 25 kilómetros de grosor.

Según Jim Free, administrador asociado de la NASA, Europa es uno de los lugares más prometedores en nuestro sistema solar para encontrar vida más allá de la Tierra, aunque dejó claro que esta misión no tiene como objetivo buscar organismos vivos.


Sandra Connelly, subadministradora asociada de la misión científica de la NASA, afirmó que los elementos esenciales para la vida, como el agua, la energía, la química y la estabilidad, parecen estar presentes en Europa.

Los científicos planean llevar a cabo 49 sobrevuelos cercanos a la luna a partir de 2031, acercándose a tan solo 25 kilómetros de su superficie.

Durante la misión, uno de los enfoques clave será medir el océano interno y el grosor de la capa de hielo, así como mapear la composición del suelo y buscar posibles géiseres de vapor de agua que puedan surgir de la corteza helada de Europa.

Este tipo de investigaciones son clave para entender las condiciones que podrían permitir el desarrollo de la vida.

Sin embargo, no todo es simple: la sonda tendrá que operar en un entorno de radiación intensa alrededor de Júpiter, cuyo campo magnético es unas 20.000 veces más fuerte que el de la Tierra.

Para proteger sus delicados componentes electrónicos de esta radiación, NASA ha diseñado un recinto hecho de titanio y aluminio.

La sonda Europa Clipper no seguirá un trayecto directo hacia Júpiter; en su camino, pasará cerca de Marte y luego de nuevo por la Tierra, utilizando la gravedad de estos cuerpos para aumentar su velocidad.

Durante el lanzamiento, Europa Clipper transportó más de 2.750 kilogramos de combustible para su viaje.

La misión Europa Clipper está enmarcada en la fascinación por la búsqueda de signos de vida en otros mundos.

El hecho de que agua, un componente esencial para la vida, exista bajo la superficie de Europa demuestra que la exploración espacial puede transformar nuestra comprensión del universo y nuestro lugar en él.