La NASA anuncia nuevas fechas para su misión Artemis II, que incluirá a un astronauta canadiense y se enfocará en orbitar la luna.
El programa Artemis de la NASA, diseñado para llevar de nuevo a los humanos a la luna, ha sufrido un nuevo contratiempo en su calendario.
Durante una conferencia de prensa, el administrador de la NASA, Bill Nelson, informó que el lanzamiento de la misión Artemis II, que contará con la participación del astronauta canadiense Jeremy Hansen junto a los estadounidenses Reid Wiseman, Christina Koch y Victor Glover, ha sido reprogramado de noviembre de 2025 a abril de 2026. Esto se debe a problemas técnicos detectados después del vuelo de prueba Artemis I, que fue un hito en 2022.
La misión Artemis III, que marcará el regreso de la humanidad a la superficie lunar por primera vez desde 1972, está ahora prevista para mediados de 2027. Esta decisión representa un golpe para las aspiraciones de la NASA de fortalecer su presencia en la luna, especialmente ante el creciente interés de otros países, incluido China, que planea aterrizar en la luna en 2030.
Los problemas que causaron el retraso fueron identificados tras la misión de prueba no tripulada de Artemis I, que realizó una serie de experimentos y pasó varios días en órbita lunar.
Se descubrió que el escudo térmico de la cápsula Orion, crucial para proteger a los astronautas de las extremas temperaturas durante la reentrada, había experimentado algunas anomalías.
Esto suscitó preocupaciones sobre la seguridad de la tripulación y ha llevado a un mayor análisis y pruebas.
La astronauta canadiense Jeremy Hansen expresó su entusiasmo y compromiso con la misión, pero también su comprensión de la importancia de garantizar la seguridad de todos los involucrados.
En la rueda de prensa, se explicó que el escudo térmico tuvo problemas de acumulación de calor durante su entrada en la atmósfera, lo que resultó en grietas que podrían comprometer su eficacia.
Desde el incidente, el equipo de la NASA ha estado trabajando arduamente para entender la situación y ha logrado reproducir el problema en condiciones controladas en la Tierra.
Esto ha permitido identificar la causa raíz y desarrollar un plan para abordar los desafíos.
Aunque se mantendrá el diseño original del escudo térmico, se llevarán a cabo modificaciones en la técnica de reentrada para minimizar el calor que experimenta.
En su esfuerzo por mantener su liderazgo en la exploración espacial, la NASA también está colaborando estrechamente con empresas comerciales como SpaceX, Blue Origin y Boeing, así como con la Agencia Espacial Europea, para asegurarse de que todos los componentes de la misión se integren de manera eficiente.
Nelson subrayó la importancia del trabajo conjunto entre todos los socios, enfatizando que se necesita un sentido compartido de urgencia para cumplir con el calendario propuesto.
El interés de la NASA en el Polo Sur lunar se debe a la presencia de hielos en los cráteres, que son esenciales para la supervivencia humana en misiones largas.
Además, el agua puede descomponerse en hidrógeno y oxígeno, lo que facilitaría la producción de combustible para cohetes.
Mientras tanto, Reid Wiseman, el comandante de Artemis II, reafirmó que, aunque los retrasos pueden ser frustrantes, la seguridad de los astronautas es primordial, y la NASA no procederá hasta asegurarse de que todo esté listo y seguro para el vuelo.
La misión sigue siendo una parte vital de los planes de la NASA para establecer una mayor presencia humana en la luna y eventualmente en Marte.