Un reciente documental de David Attenborough, 'Ocean', revela las graves consecuencias de la pesca industrial y la destrucción de los ecosistemas marinos, destacando la fragilidad y la importancia del equilibrio en los mares del planeta.

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El documental titulado 'Ocean', protagonizado por el reconocido naturalista David Attenborough, ofrece una mirada profunda y lúgubre a los ecosistemas submarinos y a la actividad humana que los amenaza.

La película, que se estrenó en salas canadienses el 24 de mayo de 2025 y estará disponible en streaming a partir del 8 de junio en Disney+, muestra escenas impactantes similares a las de una película de ciencia ficción, pero que reflejan una realidad alarmante para los océanos del mundo.

Uno de los aspectos más impactantes del filme es la escena donde un arrastrero de arrastre de fondo recorre la superficie del lecho marino. Este tipo de actividad, ampliamente utilizada en la pesca industrial, destruye el ecosistema del fondo marino de forma masiva e indiscriminada. Attenborough compara esta máquina con un enorme gusano de arena de la novela 'Dune' de Frank Herbert, que devora todo en su camino, incluyendo peces que intentan escapar y cangrejos atrapados en las redes.

El documental explica que esta práctica, que equivale a trajar una superficie del tamaño de la selva amazónica cada año, no solo agota los recursos marinos sino que también libera grandes cantidades de carbono almacenado en el fondo marino, exacerbando así el cambio climático.

La investigadora Ana Queirós, especializada en ciencias marinas en el Reino Unido, advierte que, si bien algunos fondos contienen carbono de millones de años, otros tienen menos, pero todos deben ser protegidos para mantener el equilibrio ecológico.

La película también resalta que la idea de que los océanos son inagotables es un mito. Según Rashid Sumaila, economista especializado en océanos y pesca en la Universidad de Columbia Británica, el océano está frágil y vulnerable, a pesar de su inmensidad.

Cada año, la pesca intensiva y las actividades humanas dañan aún más estos ecosistemas, poniendo en riesgo especies y comunidades que dependen de ellos.

El filme pone en evidencia que la pesca en muchas áreas no es sostenible ni justa. La presencia de comunidades indígenas y pescadores locales en las narrativas ayuda a mostrar cómo la pesca comercial masiva afecta a quienes dependen tradicionalmente del mar.

Se muestran zonas protegidas como Papahānaumokuākea, en Hawái, donde la conservación ha demostrado ser efectiva para la recuperación de especies y el impulso de una pesca más responsable.

Sin embargo, expertos alertan que muchas de estas áreas protegidas, conocidas como 'papel', carecen de una protección efectiva y son vulnerables a la pesca ilegal y a cambios en las políticas, como la reciente propuesta en Estados Unidos para permitir nuevamente la pesca comercial en algunos parques marinos.

Este documental llega en un momento crucial, poco antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano en 2025, donde se buscan compromisos globales para gestionar y proteger los mares de forma sustentable.

La amenaza del cambio climático, la acidificación, la contaminación y el aumento de las actividades humanas hacen que la protección de los océanos sea más urgente que nunca.

La pérdida masiva de corales por eventos de blanqueamiento y otras impredecibles amenazas requiere acciones inmediatas. Miles de millones de años de historia marina están en riesgo si no actuamos con decisión.

David Attenborough, con casi un siglo de vida, afirma que su mayor aprendizaje ha sido entender que el lugar más importante del planeta no está en la tierra, sino en los mares.

La responsabilidad de preservar estos ecosistemas recae en todos, desde los gobiernos hasta cada individuo. La película invita a reflexionar y a actuar para asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de la belleza y vitalidad del océano.

Este llamado al cuidado del medioambiente marino nos recuerda que, aunque los océanos sean vastos, su fragilidad y importancia merecen nuestra atención urgente y constante.

La protección del planeta empieza en el agua, y cada esfuerzo puede marcar la diferencia en la conservación de la vida en la Tierra.