Un estudio revela que el 20% de los informes de evaluación ambiental de proyectos mineros en Canadá carecen de datos completos, lo que impide evaluar el impacto real en las comunidades y el medio ambiente, además de destacar la existencia de miles de minas abandonadas que continúan contaminando sin regulación adecuada.
El estudio señala que aproximadamente el 20% de las evaluaciones analizadas, que abarcan desde 1974 hasta la actualidad, presentan información incompleta o directamente ausente en los registros públicos, dificultando en gran medida la valoración del impacto que estas explotaciones tienen sobre las comunidades cercanas y el medio ambiente.
El análisis recopila un total de 266 evaluaciones de impacto ambiental referentes a 227 proyectos mineros, lo que permite tener una visión histórica de más de 50 años en la actividad minera canadiense.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que en algunas provincias, como British Columbia, los informes están completamente digitalizados y son de fácil acceso; en otros lugares, los registros están dispersos, en formatos manuscritos o simplemente no están disponibles, lo que complica la tarea de obtener información confiable.
La importancia de disponer de datos completos y precisos radica en que sin una línea base clara, es imposible determinar cómo afecta realmente una mina al entorno y a las comunidades.
La experta en temas ambientales, Alana Westwood, explicó que los efectos acumulativos, como la acumulación de contaminación, pueden alcanzar niveles peligrosos si no se monitorean adecuadamente.
Esto puede traducirse en la pérdida de especies, #contaminación del agua subterránea y en consecuencias graves para la salud de las poblaciones humanas que dependen de los recursos hídricos.
Un caso ilustrativo de las dificultades que enfrentan los investigadores fue la solicitud de acceso a informes previos a 2000 en Nova Scotia, que requiere permisos específicos y, en muchos casos, el pago de tarifas que pueden llegar a los 8.000 euros. En el caso específico, el costo fue de aproximadamente 6.000 euros —unos 6.330 dólares canadienses—, suma que la mayoría de los grupos académicos no pueden costear, sumado a largos periodos de espera.
Además, el estudio reveló que en dos terceras partes de los casos, las evaluaciones realizadas por diferentes niveles del gobierno, provincial y federal, no coincidían.
Esto se debe a que cada organismo suele centrarse en distintas partes del proyecto y utilizar terminología diferente, lo que complica la obtención de una visión integral del impacto ambiental.
Canadá es uno de los países con mayor actividad minera del mundo
Canadá es uno de los países con mayor actividad minera del mundo, representando aproximadamente el 6% de su Producto Interno Bruto. La industria minera ha sido fundamental en su desarrollo económico desde el siglo XIX, con un auge que alcanzó desde la fiebre del oro en California hasta la extracción de metales raros utilizados en tecnología avanzada.
No obstante, el impacto ambiental de esta actividad es profundo. Se estima que existen más de 10,000 minas abandonadas a lo largo del país que siguen contaminando sin ningún tipo de regulación o supervisión. Esto se suma a las operaciones actuales, como el proyecto minero Star-Orion, en Saskatchewan, que ocupa un área equivalente a más de 700 campos de fútbol, comparado con el tamaño de la ciudad de Camrose, Alberta.
Ante estos hallazgos, expertos como Westwood y Collison sugieren que las #evaluaciones ambientales necesitan ser mejor integradas y estandarizadas a nivel federal y provincial.
También hacen un llamado a que los gobiernos eviten reducir las regulaciones en procesos acelerados para facilitar la explotación minera, ya que eso podría desembocar en decisiones mal informadas, con graves consecuencias para el ecosistema y las comunidades.
El estudio completo de los investigadores ha sido puesto a disposición del público y tiene como objetivo promover una mayor transparencia en las evaluaciones ambientales, así como incentivar la colaboración entre diferentes niveles de gobierno.
