Un volcán en la isla de Flores, Indonesia, ha dejado un saldo trágico de al menos 10 muertos debido a las recientes erupciones. Los funcionarios de emergencia continúan las labores de rescate.

Las erupciones volcánicas que han tenido lugar en la isla de Flores, Indonesia, han dejado un saldo trágico de al menos 10 personas fallecidas, según informes de la Agencia Nacional de Manejo de Desastres del país.

Este evento comenzó en la madrugada de este lunes, cuando el Monte Lewotobi Laki Laki entró en erupción, lanzando columnas de ceniza densa que alcanzaron altitudes de hasta 2,000 metros.

El temor se apoderó de los habitantes de las aldeas cercanas, que se vieron obligados a abandonar sus hogares en busca de seguridad.

Entre los fallecidos se encuentran varias religiosas de un convento ubicado en la isla, lo que ha sumido a la comunidad en el dolor y la angustia.

Las autoridades indicaron que las operaciones de rescate continúan, tratando de localizar a las víctimas que pudieran estar atrapadas bajo los escombros de edificaciones que colapsaron debido a la intensa caída de ceniza y tefra volcánica.

El portavoz de la agencia de emergencias, Abdul Muhari, reportó que todos los cuerpos encontrados se localizaron dentro de un radio de cuatro kilómetros desde el cráter.

Sin embargo, se teme que el número de víctimas pueda aumentar a medida que los rescatistas continúan su búsqueda.

La erupción más reciente del Monte Lewotobi Laki Laki se produjo tras una serie de explosiones a lo largo de la semana pasada, lo que llevó a las autoridades a elevar el nivel de alerta del volcán al máximo.

La zona de exclusión se amplió a un radio de siete kilómetros del cráter, y más de 10,000 personas se han visto afectadas en múltiples comunidades vecinas, entre ellas las aldeas de Pululera, Nawokote y Hokeng Jaya.

Imágenes y videos que circulan en redes sociales muestran como el material volcánico cubrió casas hasta sus techados en lugares como Hokeng, donde se reportaron incendios provocados por el contacto con material caliente.

Agusta Palma, directora de una fundación que supervisa los conventos en la región, declaró que las monjas del convento de Hokeng huyeron en medio de una lluvia de ceniza volcánica y la penumbra de la noche.

Historias como esta reviven el recuerdo de la gran erupción del Monte Merapi en 2010, que dejó miles de desplazados y un alto número de fatalidades.

En esa época, Indonesia, un país conocido por su actividad volcánica y sísmica debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, ha enfrentado varios desastres similares.

Este desastre reciente también subraya la vulnerabilidad de muchas comunidades en el país frente a la naturaleza.

Además, este evento se produce sólo unos días después de que el Monte Marapi en Sumatra Occidental hiciera erupción, lo que plantea preguntas sobre la actividad sísmica en la región.

Las autoridades han estado en alerta y han instado a los ciudadanos a estar preparados para posibles evacuaciones.

La situación en Flores sigue siendo crítica, y el gobierno está trabajando en la provisión de ayuda a los afectados, al mismo tiempo que monitorea la situación del volcán, que ha cambiado drásticamente desde su última actividad significativa, reportada en enero de este mismo año, cuando más de 6,500 personas fueron evacuadas sin pérdida de vidas.