El centro dedicado a la interpretación de las ballenas en Telegraph Cove, British Columbia, ha sido consumido por un devastador incendio que se declaró la noche de Año Nuevo.

Esta instalación, un atractivo turístico de renombre mundial, albergaba una impresionante colección de esqueletos de mamíferos marinos, y su pérdida representa un duro golpe tanto para la comunidad local como para el turismo en la región.

Durante años, el Whale Interpretive Centre atrajo a cientos de turistas de diversas partes del mundo, quienes llegaban a experimentar la majestuosidad de ballenas de gran tamaño, cuyas réplicas esqueléticas colgaban del techo del museo.

Según Mary Borrowman, fundadora de la instalación, el centro albergaba "probablemente la colección de esqueletos de mamíferos marinos más grande de la parte occidental de Canadá". Esta histórica atracción fue inaugurada en 2002, aunque Borrowman y su esposo, Jim, comenzaron a recolectar los esqueletos hace más de 40 años.

El incendio del 31 de diciembre no solo devastó el centro interpretativo, sino que también destruyó una serie de negocios locales, como El Café de la Orca y el Old Saltery Pub.

Afortunadamente, no hubo heridos, ya que el fuego se produjo durante la temporada baja para la localidad, que cuenta con una población de tan solo 20 residentes.

Los esfuerzos comenzados por Borrowman, junto con la ex-empleada del centro, Emily Gatto, han desencadenado una ola de apoyo comunitario para reunir fondos que permitan la reconstrucción de este importante centro educativo y turístico.

Gatto recuerda lo especial que era trabajar en este lugar e incluso se casó allí en 2023. "Era nuestro hogar", expresa con emoción.

Históricamente, la creación de este centro se inició tras recomendaciones del gobierno en 1982 para complementar la Reserva Ecológica de Robson Bight, un santuario de orcas que ha sido fundamental para la conservación de estas especies.

En este sentido, el Whale Interpretive Centre no solo ofrecía una visión única sobre la vida marina, sino que también educaba al público sobre la conservación y las amenazas que enfrentan las ballenas en los océanos del mundo.

Una de las piezas más espectaculares del centro era un esqueleto de ballena de aleta de 18 metros que se exhibía suspendido.

Para muchos, la experiencia de caminar por debajo de estas enormes estructuras esqueléticas era una oportunidad única en la vida.

El impacto de la pérdida del centro en la economía local será significativo, dado que atraía a miles de visitantes cada año, especialmente de países como el Reino Unido, Alemania y los Países Bajos.

A pesar de la devastación, Borrowman se mantiene optimista.

La organización aún posee dos esqueletos, un cachalote enano y un delfín, que están en proceso de restauración en Salt Spring Island.

Estas piezas son recordatorios de los humildes comienzos del centro, que también empezaron con solo dos esqueletos.

"Estamos muy motivados por el apoyo de la comunidad y la esperanza de que podremos hacer realidad la reconstrucción del centro.

Comenzamos con dos, así que podemos hacerlo de nuevo", concluye Borrowman, mientras el pueblo se une cada vez más en su deseo de ayudar a la renacida atracción turística de Telegraph Cove.