La compañía india Gensol Engineering, vinculada a servicios de taxis ecológicos, enfrenta acusaciones de fraude millonario y una caída abrupta en el valor de sus acciones, tras revelaciones de malversación y documentación falsificada.

En un desarrollo que ha sacudido el sector financiero y de movilidad sostenible en la India, la empresa estatal Power Finance Corporation Ltd (PFC) ha presentado una denuncia formal ante la policía de Delhi contra Gensol Engineering Ltd, la firma promotora de los servicios de taxis ecológicos BluSmart.
La acusación apunta a la falsificación de documentos para obtener préstamos destinados a la compra de vehículos eléctricos (EVs), una práctica que ha generado una profunda investigación y una pérdida significativa en el valor de las acciones de Gensol.
Gensol Engineering, con una historia que se remonta a principios de la década del 2000, se convirtió en un referente en el desarrollo de soluciones sostenibles para la movilidad urbana en ciudades como Delhi y Bengaluru.
Sin embargo, las investigaciones recientes revelan que la compañía pudo haber manipulado información financiera y documentos de respaldo para obtener créditos por aproximadamente 110 millones de euros (unos 9.700 millones de rupias). Según las autoridades, la empresa solicitó estos financiamientos en su mayoría para la adquisición de vehículos eléctricos, pero una parte importante de los fondos, más de 18 millones de euros (1.600 millones de rupias), fue desviada hacia otros fines, incluyendo compras de lujo y transferencias a empresas vinculadas a los promotores.
El caso se complica aún más con la revelación de que Gensol habría falsificado cartas de sus principales acreedores, incluyendo PFC y la Agencia de Desarrollo de Energías Renovables de la India (IREDA), para demostrar un pago regular de la deuda.
Estas acciones fraudulentas fueron detectadas cuando las agencias de calificación crediticia verificaron la validez de esas cartas, lo que llevó a una profunda auditoría interna y a la apertura de un proceso judicial.
Históricamente, la India ha promovido fervientemente la adopción de vehículos eléctricos como parte de su estrategia para reducir la contaminación y disminuir su dependencia del petróleo importado.
Para ello, ha establecido líneas de crédito y subsidios en beneficio de empresas y particulares. Sin embargo, este caso evidencia cómo la falta de controles estrictos puede abrir puertas a la corrupción y el desvío de fondos públicos y privados.
La investigación de SEBI (la Comisión de Valores y Bolsa de la India) ha detectado que Gensol no pudo justificar la utilización de más de 2,3 millones de euros (262 millones de rupias) de los fondos obtenidos, y que en su planta en Pune no existía evidencia de producción o actividad manufacturera real.
Solo se encontraron algunos trabajadores en un espacio alquilado, lo que sugiere que la compañía podría haber estado operando como un esquema de financiamiento fraudulento.
La caída en el valor de las acciones de Gensol ha sido severa, con una reducción cercana al 90% desde que se conocieron las irregularidades, afectando a numerosos inversores y generando preocupación en el mercado.
La compañía, que en su momento fue vista como una promesa en la transición hacia movilidad eléctrica en la India, ahora enfrenta un proceso de reestructuración y posibles sanciones legales.
Este escándalo no solo pone en entredicho la integridad de Gensol, sino que también pone en evidencia la importancia de fortalecer los mecanismos de control y supervisión en el sector de financiamiento para energías renovables y movilidad sostenible en la India, un país que aspira a convertirse en líder mundial en tecnologías limpias en los próximos años.