La falta de alimento y el aumento de la temperatura del océano amenazan a las poblaciones de aves marinas
En la colonia de frailecillos atlánticos más grande de Canadá, las crías están luchando debido a la falta de alimento y el aumento de la temperatura del océano.
La falta de alimento está poniendo en peligro a las poblaciones de aves marinas, incluyendo a los frailecillos atlánticos, que son conocidos como 'pufflings' cuando son pequeños.
Los 'pufflings' salen de sus madrigueras por la noche para evitar a los depredadores, pero algunos son atraídos por las luces de las comunidades en la costa.
Un grupo llamado Puffin Patrol se encarga de capturar a los 'pufflings' perdidos y liberarlos en el océano.
El Puffin Patrol ha notado que este verano no estaban encontrando muchos frailecillos.
Además, los frailecillos que encontraban tenían un peso corporal muy bajo, siendo algunos menos de la mitad del tamaño normal para su edad.
La bióloga de vida silvestre Sabina Wilhelm y sus colegas realizaron una búsqueda en algunas de las madrigueras donde los frailecillos se congregan para reproducirse cada primavera y descubrieron que muchas crías habían muerto por inanición.
Este descubrimiento lúgubre muestra la conexión entre la situación de los frailecillos atlánticos, que es el ave oficial de Terranova y Labrador, y los problemas graves en la ecología del océano, como el aumento de la temperatura del agua y la dificultad de encontrar alimento.
Las pruebas médicas descartaron la influenza aviar como causa de la muerte de las crías.
Según Wilhelm, los frailecillos adultos se sumergen en el agua para buscar alimento, como el capelán, un pez forrajero que puede representar hasta el 50% de su dieta, y lo llevan de vuelta al nido en las rocas.
Sin embargo, cuando hay escasez de alimento, los adultos se alimentan a sí mismos y dejan a las crías morirse de hambre.
Otra anomalía es que los frailecillos han reproducido más tarde este año.
Normalmente, empiezan a emplumar a principios de agosto y a finales de agosto o principios de septiembre ya se han ido casi todos.
Pero este año ha habido un desajuste entre la actividad reproductiva y la desaparición del capelán.
En otros años, en agosto todavía quedaba mucho capelán, pero esto no ha ocurrido este año.
Las temperaturas más cálidas del océano también dificultan a los frailecillos atlánticos, ya que solo pueden descender a una profundidad de 50 metros para capturar capelán y otros peces forrajeros como la lanzón y el arenque.
Si los peces se mueven hacia abajo debido al calentamiento de las aguas, los frailecillos ya no pueden alcanzarlos y no tienen suficiente alimento.
A pesar de todo, la población de frailecillos atlánticos en la Reserva Ecológica de Witless Bay es generalmente robusta, con más de 300,000 parejas anidando allí. Sin embargo, la muerte por inanición de tantas crías este año es preocupante.
El operador de botes turísticos Joe O'Brien alertó a Wilhelm y a sus colegas cuando vio crías muertas flotando en el agua.
O'Brien, un antiguo pescador, ha llevado a turistas a la Reserva Ecológica de Witless Bay durante 39 veranos.
Él cree que es hora de cambiar la manera en que se gestiona la pesca del capelán, ya que muchas especies, desde el bacalao hasta las aves marinas y las ballenas, dependen de él para sobrevivir.
El impacto de la pesca del capelán en el ecosistema marino preocupa a Ian Jones, biólogo marino de aves, quien considera que seguir pescando este pez forrajero es incomprensible.
Además, el calentamiento del océano, la contaminación lumínica, la caza de aves marinas y las redes de pesca también amenazan la supervivencia a largo plazo de las aves marinas.
El Leach's storm petrel también se ve afectado por la creciente cantidad de luz artificial procedente de las comunidades, los barcos y las instalaciones de petróleo en alta mar.
Las aves migratorias que siguen la luz artificial corren el riesgo de agotarse, ser comidas por depredadores o chocar contra edificios.
El cambio climático también está impactando en otras poblaciones de frailecillos atlánticos, lo que puede llevar a la desaparición de esta especie en algunos lugares.
Las aves marinas son un gran indicador de la salud del ecosistema y los frailecillos nos están advirtiendo que el océano está sufriendo debido al cambio climático.
Saludos,
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