Un propietario de una cabaña de caza en el norte de Manitoba denuncia la reciente muerte y daño a una gran cantidad de caribúes en su propiedad. Las autoridades policiales advierten que las imágenes y acusaciones podrían no reflejar toda la realidad, mientras se investiga el caso.

En los vastos territorios del norte de Manitoba, Canadá, una situación que ha generado profunda polémica ha puesto en el centro del debate el manejo de la fauna silvestre y los derechos indígenas.
A principios de mayo de 2025, el propietario de una cabaña remota de caza, ubicada cerca de la frontera con Nunavut, denunció haber encontrado lo que describió como una 'masacre' de varios caribúes en su propiedad.
La escena, que incluye numerosos cuerpos de animales, algunos con fetos y en estado avanzado de descomposición, ha desencadenado una serie de reacciones desde diferentes sectores, que incluyen desde críticas hasta advertencias de no sacar conclusiones apresuradas.
El propietario, estadounidense de origen, identificado como Nick Scigliano, visitó junto con oficiales de protección ambiental y policía local la zona para evaluar la magnitud del daño y recoger evidencias.
Según declaraciones, en un solo día realizó un inventario y encontró entre 50 y 75 cadáveres de caribúes, muchos de los cuales estaban en estado de descomposición, distribuidos en diferentes áreas de la propiedad.
Se presume que algunos de estos animales estaban vagando en busca de alimento cuando fueron abatidos, y también se encontraron fetos de caribúes, lo que ha generado controversia sobre la posible caza de hembras preñadas.
Esta cabaña, situada en Parque Provincial Nueltin Lake, fue establecida en 2010 con el objetivo de proteger rutas migratorias esenciales para la especie.
Sin embargo, el incidente ha puesto en duda las prácticas de caza, especialmente en temporada tardía, cuando los animales, incluyendo las hembras gestantes, son considerados más vulnerables.
La comunidad indígena local, formada por las naciones Dene, Inuit y Cree, tienen una larga historia de caza y protección del caribú, que consideran un recurso vital, además de un derecho ancestral garantizado por tratados históricos y la Constitución canadiense.
Desde las autoridades policiales y de conservación, se ha enfatizado que aún no hay pruebas concluyentes que confirmen el origen de los cadáveres o las circunstancias en que ocurrieron estos hechos.
El sargento de la RCMP, Paul Manaigre, explicó que las investigaciones son complejas debido a la gran extensión del área y la distancia que algunos sospechosos podrían haber recorrido, incluso en condiciones nevadas.
Cinco pumas captados por cámara de vigilancia por un entusiasta de la fauna en Powell River, B.C.
Un entusiasta de la fauna, Wayne Obermeyer, capturó la imagen de cinco pumas merodeando juntos en Powell River, B.C. Nunca antes había filmado un grupo tan grande de pumas. Estos felinos suelen ser animales solitarios, por lo que la presencia de una madre y cuatro crías juntas es excepcional. Obermeyer compartió el video públicamente para que las personas lo disfruten. El avistamiento fue realizado el 17 de julio a las 8:20 p.m. en una carretera de troncos a 16 kilómetros de Powell River. Según WildSafeBC, los pumas pueden tener de uno a seis cachorros que permanecerán con su madre hasta los 11 a 18 meses de edad.Además, afirmó que no se puede aún afirmar si las muertes fueron resultado de una cacería legal o de acciones ilícitas.
Por su parte, la Manitoba Wildlife Federation, organización que representa a cazadores y conservacionistas, declaró que en la zona se han recogido muchas más piezas de fauna muerta enterradas en la nieve, algunas de las cuales parecen corresponder a cacerías anteriores.
Uno de sus representantes, Chris Heald, señaló que la cantidad de carne desperdiciada en el incidente es inaceptable y subrayó la necesidad de una regulación estricta para evitar que estas situaciones vuelvan a ocurrir en el futuro.
La polémica también involucra a comunidades indígenas, quienes consideran que las imágenes difundidas en redes sociales y por medios de comunicación tienden a presentar una versión sesgada y sin un debido proceso de consulta.
Myron Cook, jefe de la comunidad Barren Lands First Nation, expresó que los pueblos originarios tienen un respeto profundo por el caribú y que, en muchas ocasiones, utilizan todos los recursos animales, incluyendo fetos y partes consideradas menores, para alimentos tradicionales y prácticas culturales.
Por otra parte, en el escenario legal, se reporta que Scigliano mantiene una disputa con la Nación Dene por tierras en la zona. La cabaña y sus propietarios han presentado demandas por exclusión en negociaciones de tierras ancestrales, lo que añade un nivel adicional de tensión en torno al caso.
Finalmente, la opinión pública y diferentes organizaciones envían un mensaje de cautela: las imágenes y rumores pueden distorsionar la realidad y crear una percepción negativa que no refleja las acciones de todos los involucrados.
La investigación continúa, y las autoridades hacen un llamado a esperar los resultados oficiales antes de emitir juicios definitivos. La protección del caribú, símbolo de la biodiversidad canadiense, sigue siendo un asunto prioritario que requiere un análisis cuidadoso y el respeto por los derechos de las comunidades indígenas y la ley.