La Universidad de Regina ha abierto un centro pionero dedicado a la investigación y desarrollo de microredes eléctricas independientes, enfocadas en energías limpias y sostenibles en Saskatchewan.

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La Universidad de Regina ha dado un paso importante en la evolución del sector energético en Saskatchewan al inaugurar su primera microred de energía, una instalación que puede generar, almacenar y distribuir electricidad de forma autónoma y que servirá como centro de investigación, educación y desarrollo de soluciones sostenibles.

Este nuevo laboratorio, denominado Microgrid Living Lab, es el primero de su tipo en la provincia y uno de los pocos en la región oeste de Canadá. La iniciativa busca explorar modelos innovadores para la producción y gestión de energía, especialmente en un momento en que los desafíos energéticos, como la dependencia de fuentes no renovables y las pérdidas durante la transmisión, demandan soluciones más eficientes.

El microgrid funciona de manera independiente a la red eléctrica principal, permitiendo a quienes trabajan en el centro experimentar con diferentes tecnologías y modelos de generación.

Según Irfan Al-Anbagi, profesor asociado en ingeniería de sistemas electrónicos y director del laboratorio, esta configuración reduce las pérdidas energéticas habituales en las grandes redes tradicionales, donde típicamente se pierden cerca del 6% de la energía generada en el proceso de transmisión.

El laboratorio obtiene su energía de fuentes renovables, incluyendo paneles solares, aerogeneradores y sistemas hidroeléctricos. Actualmente, la capacidad de generación es de aproximadamente 10 kilovatios, equivalente a la energía necesaria para abastecer un edificio residencial o varias viviendas.

Cuando no se utiliza para actividades de investigación o enseñanza, la energía se almacena en modo 'islanded' (aislado), lo que significa que está separada y no afecta al suministro principal de la universidad.

Uno de los objetivos de este proyecto es demostrar cómo los microgrids pueden facilitar el acceso a energía en comunidades remotas y zonas donde la infraestructura convencional resulta costosa o poco fiable.

Por ejemplo, en algunas áreas rurales del norte de Saskatchewan, donde la conexión a la red es escasa o inexistente, estos sistemas podrían ofrecer una solución práctica y sostenible.

El laboratorio también tiene un fuerte componente pedagógico, permitiendo a estudiantes y docentes realizar experimentos prácticos y comprender mejor las tecnologías renovables.

Actualmente, el equipo de investigación incluye a dos estudiantes de posgrado, pero la intención es ampliar la participación a más alumnos en el futuro, fomentando así la formación de profesionales especializados en energías limpias.

Adicionalmente, la universidad ha establecido relaciones con pequeñas y medianas empresas locales interesadas en realizar pruebas y desarrollar nuevos productos relacionados con energías renovables.

Empresas que fabrican paneles solares o aerogeneradores pueden utilizar el microgrid para monitorear en tiempo real su funcionamiento, integrarla a sistemas de control y mejorar sus tecnologías.

Este proyecto dentro de la Universidad de Regina representa una oportunidad significativa para avanzar en la transición energética en Saskatchewan, una provincia con un mix energético predominantemente basado en recursos hidroeléctricos y carbón, pero que ha manifestado interés en diversificar su matriz y reducir su huella de carbono.

Aunque actualmente la capacidad del microgrid aún es modesta, su importancia radica en la posibilidad de escalar esta tecnología y adaptar modelos similares en otras regiones con necesidades energéticas particulares, especialmente en el norte de Canadá donde las condiciones climáticas extremas complican la distribución y el suministro eléctrico.

Este tipo de iniciativas refuerzan la posición de Saskatchewan como un actor emergente en innovación energética, en consonancia con esfuerzos globales de reducir emisiones contaminantes y promover energías sostenibles.

Además, el laboratorio del Universidad de Regina puede convertirse en un referente regional en investigación y formación en microredes, contribuyendo a un futuro donde las comunidades puedan contar con sistemas energéticos más resilientes y respetuosos con el medio ambiente.