Científicos de la Columbia Británica desarrollan un innovador proyecto en el que utilizan microbios para convertir residuos humanos en biogás, con el objetivo de reducir la dependencia de combustibles fósiles y transformar el manejo de desechos en el país.

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Un grupo de investigadores en Columbia Británica está llevando a cabo un proyecto pionero que podría revolucionar la forma en que se gestionan los residuos humanos y al mismo tiempo contribuir a la lucha contra el cambio climático.

Utilizando microorganismos, estos científicos están trabajando para convertir los desechos humanos en biogás, un recurso que puede ser procesado y vendido a proveedores de gas provincial.

El objetivo es escalar este proyecto y aplicarlo en plantas de tratamiento de aguas residuales en todo Canadá, con el propósito de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los investigadores, ubicados en la planta de tratamiento de aguas residuales de Lulu Island en Richmond, B.C., han creado un digestor de desechos a pequeña escala.

Este digestor alberga poblaciones microbianas que se alimentan del material orgánico presente en los residuos.

El biogás resultante de este proceso está compuesto principalmente de metano, dióxido de carbono y otros compuestos en menor proporción.

Al limpiar este biogás, se puede generar electricidad y contribuir así a reducir la dependencia de combustibles fósiles.

Lillian Zaremba, ingeniera y gerente de innovación colaborativa en Metro Vancouver, explica que el enfoque del proyecto se centra en crear un entorno óptimo para el crecimiento de los microorganismos, lo que les permite producir una mayor cantidad de biogás.

"Estamos cultivando la población microbiana para maximizar su eficacia", afirma Zaremba, destacando el trabajo que se realiza en el laboratorio y en la planta de tratamiento.

La planta de Lulu Island trata millones de litros de aguas residuales provenientes de aproximadamente 220,000 hogares en Richmond, a unos 20 kilómetros al sur de Vancouver.


En este contexto, el profesor de microbiología Steven Hallam señala que el verdadero trabajo ocurre a nivel microscópico.

"Estos organismos invisibles son los que realizan la labor crucial de transformar nuestros desechos en un recurso renovable", enfatiza Hallam.

Desde 2021, la planta de biogás en Lulu Island ha estado en operación, con una inversión de aproximadamente 11 millones de euros.

Hasta ahora, ha generado 60,000 gigajulios de energía al año, lo que ha permitido que la planta no solo se sostenga económicamente —generando alrededor de 1 millón de euros anuales—, sino que también reduzca su impacto ambiental al procesar el metano recuperado para alimentar sus operaciones.

Además, en Canadá actualmente hay 300 proyectos activos de biogás provenientes de residuos de granjas o vertederos, que generan suficiente energía para abastecer aproximadamente a 500,000 hogares cada año.

Esto resalta el potencial de la energía de biogás como un recurso valioso en el contexto de la transición hacia un sistema energético más sostenible.

Sin embargo, algunos analistas critican la viabilidad económica de este tipo de proyectos, sugiriendo que otras fuentes de energía, como la solar o eólica, podrían ser más efectivas en la lucha contra el cambio climático.

Aun así, Zaremba se muestra optimista sobre el futuro del proyecto y su capacidad para contribuir a las metas de energía limpia establecidas en la legislación de Columbia Británica, que busca que el 15% del consumo de gas provincial provenga de fuentes renovables para 2030. A medida que el proyecto avanza, los investigadores esperan demostrar que este método es un paso significativo hacia un futuro más sostenible.