India ha superado a Japón y se proyecta como la tercera mayor economía global para 2030, impulsada por reformas económicas y amplios programas sociales que han transformado el país en poco más de una década.

Esta rápida expansión ha sido posible gracias a un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que, según datos recientes, ha pasado de aproximadamente 2,0 billones de euros en 2014 a cerca de 4,3 billones de euros en 2025.
El ministro de Petróleo y Energía de la nación, Hardeep Singh Puri, afirmó en un evento con motivo del 77º aniversario del Instituto de Contadores Públicos de la #India (ICAI), que la #economía india ha más que doblado su tamaño en apenas una década.
Aunque estas cifras parecen sorprendentes, supuestamente reflejan la eficacia de las políticas gubernamentales audaces, #reformas estructurales y programas sociales que han elevado a millones de habitantes fuera de la pobreza multidimensional.
Entre los logros sociales destacados, el ministro mencionó que más de 270 millones de ciudadanos han salido de la pobreza gracias a programas sociales, casi cuatro millones de viviendas han sido aprobadas bajo la iniciativa Pradhan Mantri Awas Yojana, y aproximadamente 154 millones de hogares rurales ahora tienen acceso a agua potable mediante la misión Jal Jeevan.
Además, el programa Ayushman Bharat ha ampliado la atención sanitaria a más de 700 millones de personas, ofreciendo un seguro de aproximadamente 5 lakh rupias por persona, lo que en euros equivaldría a unos 6.000 euros, reafirmando el compromiso de India con el desarrollo inclusivo.
El país también ha logrado captar una cantidad significativa de #inversión extranjera directa (IED)
El país también ha logrado captar una cantidad significativa de inversión extranjera directa (IED), alcanzando supuestamente los 88.000 millones de euros entre 2014 y 2025, lo que representa un incremento del 143% respecto a la década anterior. El origen de estas inversiones se ha diversificado, extendiéndose desde 89 países hasta 112, fortaleciendo aún más la economía local.
Las reformas en el ámbito fiscal y empresarial han sido clave en esta transformación. La implementación del Código de Insolvencia y Quiebras, los esquemas de incentivos ligados a la producción, el impuesto sobre bienes y servicios (GST), las transferencias directas de beneficios y la eliminación de más de 25.000 requisitos regulatorios y leyes obsoletas han contribuido a crear un entorno empresarial más favorable. La cultura financiera de India también ha evolucionado, con un aumento en la presentación de declaraciones de impuestos anuales de aproximadamente 36 millones en 2013-14 a más de 85 millones en 2024-25, con un 95% de ellas procesadas en menos de 30 días.
Cada rupee recaudada en impuestos, supuestamente, se traduce en beneficios tangibles para la población: conexiones de gas licuado de petróleo (GLP) para madres, medicamentos para los pobres, electricidad en zonas rurales, pensiones para los ancianos y oportunidades de empleo para los jóvenes.
En este contexto, Puri hizo un llamado a los contadores públicos para que adopten tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis avanzado, con el fin de automatizar tareas rutinarias y centrarse en funciones de asesoramiento estratégico, aprovechando los datos para tomar decisiones más efectivas.
Supuestamente, la incorporación de la inteligencia artificial en el sector financiero y económico de India ya no es una opción, sino una necesidad para mantener la competitividad y la innovación en un entorno global en constante cambio.