Algunas cepas de E. coli pueden provocar enfermedades graves, especialmente en niños
Una nueva epidemia de E. coli en Alberta está afectando a cientos de niños, provocando enfermedades graves.
Algunas cepas de E. coli tienen la capacidad de causar enfermedades severas al propagarse rápidamente a través del sistema digestivo humano, afectando el torrente sanguíneo y dañando los delicados riñones.
Hasta ahora, se han registrado más de 300 casos confirmados de laboratorio y 21 pacientes permanecen hospitalizados.
Veinte de estos pacientes, todos ellos niños, sufren una enfermedad renal grave conocida como síndrome urémico hemolítico (HUS, por sus siglas en inglés).
Según los expertos, estas cepas de E. coli en Alberta no son las típicas que causan diarrea, vómitos y calambres gastrointestinales, sino una variedad llamada O157. Esta cepa es conocida por haber causado brotes mortales en el pasado, como el trágico incidente en Walkerton, Ontario, en el año 2000, donde más de 2.300 personas enfermaron y siete murieron debido al agua contaminada con estiércol.
La cepa O157 se encuentra en el tracto gastrointestinal de los animales rumiantes, como el ganado, pero no les afecta debido a que sus cuerpos no tienen los receptores adecuados para esta bacteria.
Sin embargo, cuando las personas consumen carne mal cocida o alimentos contaminados por carne cruda o heces animales, esta peligrosa bacteria puede ingresar al cuerpo humano y desencadenar una reacción en cadena que puede ser fatal.
Una vez en el tracto gastrointestinal, la E. coli O157 se adhiere a las células epiteliales que recubren las superficies del cuerpo y comienza a multiplicarse, lo que provoca síntomas digestivos y marca el comienzo de la enfermedad.
Cuando la bacteria llega al colon, encuentra un refugio seguro para instalarse y seguir multiplicándose sin ser eliminada.
La capacidad de producir una toxina llamada toxina Shiga, considerada uno de los venenos biológicos más potentes, es lo que convierte a esta cepa en una amenaza seria.
La toxina puede propagarse por todo el cuerpo humano, afectando los vasos sanguíneos y causando daño renal.
Los riñones, órganos que se encargan de filtrar la sangre y eliminar los desechos y el exceso de agua a través de la orina, son especialmente vulnerables a los efectos de la toxina Shiga.
Cuando los riñones se ven afectados, los pacientes pueden presentar desde diarrea con sangre hasta dolorosos calambres abdominales.
En los casos más graves, los riñones pueden dejar de funcionar y los pacientes necesitan someterse a diálisis, un tratamiento para filtrar la sangre cuando los riñones no pueden hacerlo correctamente.
La insuficiencia renal es conocida como síndrome urémico hemolítico (HUS) y afecta a aproximadamente el 10% de las personas infectadas, especialmente a los niños.
Lamentablemente, no existen antibióticos u otros medicamentos específicos para tratar la infección por E. coli ni para revertir el daño renal.
Los profesionales médicos solo pueden brindar atención de apoyo, aliviando los síntomas y evitando la deshidratación.
Algunas personas pueden experimentar complicaciones a largo plazo, como el síndrome del intestino irritable, enfermedades inflamatorias del intestino o daño renal duradero.
Por lo tanto, es fundamental prevenir la propagación de la bacteria, implementando medidas adecuadas de higiene y cocinando los alimentos de manera segura.
Este brote en Alberta ha puesto en evidencia la importancia de garantizar la seguridad alimentaria y prevenir la contaminación de E. coli.
Los expertos piden una mayor supervisión y control en las instalaciones de cocina compartidas, así como investigaciones a largo plazo sobre los pacientes afectados por el brote actual.
A pesar de los riesgos graves asociados con las infecciones por E. coli, la mayoría de las personas se recuperan por completo.
Sin embargo, los niños y otras personas vulnerables pueden sufrir consecuencias a largo plazo en su salud debido a esta infección letal.
Fuentes: CBC News, National Institutes of Health.