El kiteboarder profesional Lucas Arsenault triunfa al volver a practicar su deporte solo tres meses después de perder una pierna en un ataque de tiburón.

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Lucas Arsenault, un joven kiteboarder profesional de 27 años originario de Mont Carmel, en la Isla del Príncipe Eduardo, ha demostrado una asombrosa valentía y determinación al regresar al agua tan solo tres meses después de sufrir un devastador ataque de tiburón.

El incidente ocurrió durante unas vacaciones familiares en el Caribe, específicamente en las Islas Turcas y Caicos, donde Lucas fue atacado mientras practicaba snorkel.

Aquel día fatídico en mayo, un tiburón de aproximadamente dos a tres metros le mordió la pierna derecha, lo que resultó en la amputación de su miembro inferior.

En una entrevista, Lucas recordó el momento crítico en el que fue atacado: "Cuando sentí el impacto, pensé que era un bote, pero al girarme vi la cara de un tiburón".

El proceso de recuperación fue arduo y lleno de desafíos.

Al ser rescatado por su novia y amigos, Lucas fue rápidamente llevado a un barco, donde su novia aplicó un torniquete improvisado para detener la hemorragia.

En ese instante, temió que podrían ser sus "últimos momentos". Sin embargo, por suerte, logró sobrevivir y fue atendido por un médico que se encontraba cerca, quien proporcionó la ayuda necesaria.

Durante las semanas que siguieron a su cirugía, Lucas experimentó momentos de profunda tristeza y ansiedad.

La idea de adaptarse a una nueva vida sin su pierna resultaba abrumadora.

"Es imposible evitar que tu mente divague hacia lo peor: ¿podré volver a conducir? ¿Cómo haré mis actividades cotidianas?". En medio de esta tormenta de pensamientos, Lucas encontró apoyo en su comunidad que organizó recaudaciones de fondos y eventos para ayudarlo en su recuperación.

Con la determinación de no rendirse, Lucas comenzó un régimen de ejercicios en el gimnasio, fortaleciéndose cada día.


"Me sentí más ligero porque he perdido peso", confesó con humor tras realizar algunos ejercicios sin su prótesis.

A través de semanas intensivas de rehabilitación, Lucas finalmente dio su primer paso con una pierna prostética y, con el tiempo, logró volver a practicar kiteboarding, una actividad que consideraba imposible que volvería a hacer.

En septiembre, Lucas se embarcó en su primera sesión de kiteboarding post-accidente.

"Sentí una oleada de gratitud y felicidad", recordó emocionado sobre el momento.

Aunque sus habilidades habían cambiado, el regresar al agua significó un nuevo comienzo para él.

Reflexionando sobre su experiencia, Lucas afirma: "No tengo rencor hacia los tiburones.

Perdí una pierna, pero también he ganado una nueva perspectiva.

Aprendí que la vida sigue y hay que aprovecharla". Con su actitud resiliente, Lucas puede enfrentarse a múltiples retos en su nuevo estilo de vida, incluyendo hacer surf y adaptarse a su prótesis para poder continuar su pasión por los deportes extremos.

En noviembre, Lucas y su familia regresaron a las Islas Turcas y Caicos, no solo para enfrentar sus miedos, sino también para crear nuevos recuerdos.

En ese viaje, propuso matrimonio a su novia Jory MacIsaac, convirtiéndola en su prometida.

Con este acto, Lucas reafirmó que, aunque ha pasado por experiencias desgarradoras, aún tiene mucho que vivir y disfrutar.

Esta historia de superación y valentía continúa inspirando a quienes se encuentran con dificultades.

Como Lucas menciona: "He perdido lo suficiente físicamente, por lo que no quiero perder más en la vida.

Aún me queda mucho por hacer".