En su nuevo libro, Determined: Una ciencia de la vida sin libre albedrío, Sapolsky defiende la transformación de nuestro sistema de justicia penal y sistema de meritocracia.
Un destacado científico del comportamiento, Robert Sapolsky, propone en su nuevo libro un caso científico en contra del libre albedrío y aboga por la transformación de nuestro sistema de justicia y sistema de meritocracia.
Sapolsky argumenta que nuestra intención y acciones están determinadas por cosas sobre las cuales no tenemos control.
En su último libro, Determined: Una ciencia de la vida sin libre albedrío, Sapolsky expone su posición de que, al considerar la biología y cómo el entorno nos moldea, no somos más que máquinas biológicas sin un ápice de libre albedrío.
En una entrevista con el programa Quirks & Quarks, Sapolsky discutió las ideas presentadas en su libro.
Según el científico, cuando nos enfrentamos a la pregunta de si existe el libre albedrío, la respuesta es no.
Argumenta que la idea de que tenemos el poder de elegir nuestras acciones y decisiones es completamente equivocada.
Para Sapolsky, la clave está en comprender la procedencia de la intención de nuestros actos.
Cada acción y elección que hacemos está determinada por las experiencias pasadas, las cuales están fuera de nuestro control.
Todo desde la genética hasta el entorno en el que crecimos, incluyendo eventos traumáticos, amor y la cultura de nuestros ancestros, moldea nuestra biología y, por ende, nuestras decisiones.
Sapolsky aboga por un enfoque más comprensivo en el sistema de justicia penal, reconociendo que nuestras acciones están determinadas por factores biológicos y ambientales.
Argumenta que el actual sistema de justicia basado en la responsabilidad personal es inadecuado y debe ser transformado para ser más humano.
El científico del comportamiento también resalta el papel de las hormonas en nuestro comportamiento.
Mencionó la influencia que las hormonas, especialmente la testosterona, pueden tener en nuestras decisiones, haciendo que veamos el mundo de manera diferente a través de lentes amenazantes o hostiles.
Si bien Sapolsky reconoce que estas influencias no determinan nuestras elecciones de manera absoluta, subraya que sí afectan nuestras tendencias y decisiones.
Concluye que, en última instancia, no tenemos libre albedrío y que la idea de responsabilidad personal debe ser reconsiderada.
La posición de Sapolsky desafía las creencias convencionales sobre la libertad de elección y nos invita a repensar cómo comprendemos y tratamos a las personas en la sociedad.
Esta entrevista ha sido editada por razones de longitud y claridad.