Una nueva medida del gobierno canadiense ha dejado a los científicos sin fondos para participar en evaluaciones climáticas clave a nivel global, lo que podría impactar en la representación del país en el ámbito internacional.

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En un giro inesperado y sin una explicación clara, el gobierno federal de Canadá ha decidido dejar de cubrir los gastos de viaje de los expertos canadienses que voluntariamente participan en las evaluaciones climáticas más importantes del mundo, organizadas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

Esta reciente decisión ha generado preocupación entre los científicos, quienes ahora se preguntan si podrán seguir participando en este proceso clave de la ONU.

El financiamiento que antes les permitía asistir a reuniones en diversas partes del mundo ha sido eliminado, lo que obligará a muchos a utilizar su propio dinero o a redirigir fondos destinados a la investigación y a estudiantes.

Robert McLeman, profesor en la Universidad Wilfrid Laurier en Waterloo y autor principal en evaluaciones anteriores del IPCC, expresó su descontento, calificando esta medida como "casi insultante" para aquellos científicos canadienses que han dedicado cientos de horas de su tiempo personal a este trabajo.

Históricamente, la participación de los expertos en estos informes se ha financiado a través de costos como pasajes de clase económica, comidas y alojamientos, que antes incluían viajes a ciudades tan lejanas como Singapur u Osaka.

Sin embargo, ahora los investigadores se enfrentan a la difícil tarea de encontrar recursos alternativos para cubrir estos gastos. La Agencia de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá ha declarado que no podrá comprometerse a proporcionar financiamiento a largo plazo para que los académicos asistan a las reuniones del IPCC.

Sarah Burch, otra autora principal de un próximo informe del IPCC, explica que, si bien un viaje a Japón fue parcialmente financiado por el gobierno, no habrá más soporte para reuniones futuras.

Esto la obligará a utilizar fondos de su propia beca de investigación, que normalmente destinaría a contratar estudiantes de posgrado para investigaciones o conferencias.

Las restricciones presupuestarias afectan desproporcionadamente a los investigadores en las ciencias sociales y humanidades, que a menudo cuentan con menos financiamiento independiente comparado con sus colegas en disciplinas más técnicas.

Esta particularidad plantea un riesgo de desequilibrio en quién puede acceder a oportunidades dentro de estos foros internacionales. Patricia Perkins, economista ecológica y experta en la investigación social, destacó que los académicos en campos como la antropología y la economía podrían verse aún más limitados debido a la falta de recursos para participar en reuniones críticas.

En términos de financiamiento, el gobierno canadiense había proporcionado alrededor de 400,000 Euros en apoyo a autores del IPCC durante el último ciclo de evaluación, que se vio afectado por la pandemia y generó menos viajes de lo habitual.

Según estimaciones, si la cantidad regular de viajes se hubiera llevado a cabo, los costos habrían alcanzado los 680,000 Euros.

El IPCC, conocido como un referente mundial en la comprensión del cambio climático, realiza evaluaciones cada cinco años que se consideran la norma de oro en la investigación sobre el impacto del cambio climático.

Desde su primera evaluación, que llevó a la creación del primer tratado global sobre el cambio climático en 1992, los informes del IPCC han sido fundamentales en la diplomacia climática.

Expertos como McLeman subrayan que estos informes, accesibles en todos los idiomas de la ONU, son un recurso vital para países en desarrollo que no cuentan con la infraestructura de investigación avanzada que tiene Canadá, permitiéndoles acceder a información relevante sobre los riesgos climáticos en su propio idioma.

Comprometerse con el trabajo del IPCC es una tarea ardua para los científicos voluntarios, quienes dedican cientos de horas al año a esta labor. Burch reflexiona sobre su experiencia y cómo el apoyo gubernamental previamente facilitó su carrera en la investigación climática, haciéndola posible.

"Canadá se calienta al doble de la tasa global. Estamos viendo los efectos de inundaciones, incendios y todos los tipos de fenómenos climáticos extremos aquí", indicó, enfatizando la importancia de que los expertos canadienses traigan su experiencia contextual a las discusiones del IPCC.