La desarrolladora Bungie enfrenta acusaciones de copiar recursos visuales de una artista externa en su próximo título Marathon Alpha, en medio de controversias y demandas recientes.

Bungie, la reconocida compañía desarrolladora de videojuegos, se encuentra en el centro de una serie de controversias que han puesto en entredicho su ética y prácticas creativas en los últimos años.
Aunque públicamente la firma ha manifestado su compromiso contra el trabajo excesivo, las culturas tóxicas en sus estudios y el respeto por la propiedad intelectual, recientes hechos sugieren que estas declaraciones podrían no reflejar la realidad interna de la empresa.
En concreto, una de las acusaciones más resonantes apunta a un posible caso de plagio en su próximo título, Marathon Alpha, un juego de disparos en tercera persona con elementos de extracción y supervivencia que ha generado gran expectativa entre la comunidad gamer.
La polémica surgió cuando una artista digital, conocida en redes sociales bajo el nombre de usuario 4nt1r34l en X (antes Twitter), afirmó que Bungie habría utilizado elementos de su trabajo sin autorización en la creación de los entornos y gráficos del juego.
Según la artista, en un hilo publicado el 15 de mayo de 2025, varias de las imágenes y posters que diseñó en 2017 contienen similitudes evidentes con los assets utilizados en la fase de alfa cerrada del juego.
Ella destacó que no busca necesariamente una compensación económica, pero sí la atribución correspondiente por su trabajo. La artista expresó que ha visto en múltiples ocasiones cómo grandes empresas prefieren pagar por copiar o imitar el trabajo de diseñadores independientes en lugar de reconocer su esfuerzo.
Las acusaciones han generado gran revuelo en la comunidad de jugadores, quienes han compartido comparativas visuales para evidenciar las similitudes entre sus posters y los gráficos del juego en desarrollo.
La artista mostró ejemplos claros de cómo ciertos fondos, estilos y elementos visuales parecen haber sido reciclados de sus creaciones sin ningún crédito.
En respuesta a la controversia, Bungie, que actualmente es propiedad de Sony Interactive Entertainment tras su adquisición en 2019 por aproximadamente 2.100 millones de euros, emitió un comunicado donde admitió que uno de sus ex empleados había incluido ciertos assets en una textura utilizada en el juego, pero aseguró que la investigación interna está en curso para determinar responsabilidades.
La compañía también afirmó que el proceso de creación de Marathon Alpha ha sido riguroso y que no toleran prácticas que puedan infringir derechos de autor, aunque reconocen que en este caso específico hubo un error en la gestión de algunos recursos visuales.
A pesar del problema, la alpha cerrada del juego fue recibida positivamente por los jugadores, quienes destacaron la calidad visual y la atmósfera envolvente.
Este incidente no es un caso aislado en la industria del gaming, donde la propiedad intelectual y el respeto por los diseños originales son temas recurrentes.
La historia de Bungie también está marcada por otros conflictos legales y controversias públicas, como la demanda por violación de patentes en Destiny 2, que aún continúa en los tribunales.
En definitiva, este episodio pone de manifiesto la necesidad de que las grandes compañías respeten los derechos de los creadores independientes y mantengan una ética transparente en sus procesos creativos.
La comunidad espera una respuesta clara y acciones concretas por parte de Bungie para solucionar esta situación y evitar que casos similares vuelvan a ocurrir en el futuro, garantizando así una industria más justa y respetuosa con el talento externo.