Un análisis sobre la creación de híbridos de lobos dire y sus implicaciones éticas en la conservación de especies.

Una empresa estadounidense de biotecnología, Colossal Biosciences, ha hecho un anuncio que ha sorprendido al mundo: ha logrado crear lo que ellos llaman los "primeros animales resucitados" del planeta, utilizando tecnología de edición genética y ADN antiguo.
Han nacido tres cachorros de lobos dire, dos machos y una hembra, que actualmente se encuentran en un lugar no revelado en el norte de EE. UU., una región donde los lobos dire vivieron hace aproximadamente 13,000 años, antes de su extinción.
Sin embargo, la creación de estos animales ha generado un gran debate entre los científicos y conservacionistas. Primero, es importante destacar que estos cachorros no son lobos dire auténticos; son híbridos de lobos grises modificados genéticamente. La compañía realizó 20 ediciones en 14 genes de lobos grises para incorporar características específicas de los lobos dire, como pelajes blancos, cabezas más grandes y pelaje más largo.
No obstante, dado que los lobos grises cuentan con más de 20,000 genes, estos nuevos animales son, en su mayoría, lobos grises.
Uno de los interrogantes que surgen es si estos híbridos podrán reproducirse entre sí. Colossal Biosciences ha expresado su intención de usar esta tecnología para devolver a la vida especies como el mamut lanudo y el dodo. Sin embargo, el regreso de estas especies plantea muchas incógnitas. Si bien ver un mamut lanudo reavivaría el interés en la biodiversidad, también podría significar que estos animales serían relegados a vivir en zoológicos, ajenos a un entorno natural que les permita prosperar.
Beth Shapiro, la principal científica de la empresa, ha afirmado que no es su intención crear individuos aislados en un planeta alterado. Su enfoque busca establecer poblaciones viables a lo largo del tiempo, no solo animales individuales. Para que estas comunidades sociales puedan prosperar, es fundamental que tengan un hábitat al que estén adaptados. Según Shapiro, no solo se debe recrear especies perdidas, sino también restaurar aspectos de sus ecosistemas originales. Esto plantea una cuestión crucial: el ambiente que estos animales conocieron ya no existe, ya que los cambios climáticos han transformado radicalmente el planeta.
Además, el costo de resucitar especies extintas podría desviar la atención y recursos necesarios para salvar especies actuales que están en peligro debido a la acción humana.
Estudios recientes sugieren que la extinción de especies se está produciendo a un ritmo de entre 1,000 y 10,000 veces superior al que se daría de manera natural.
Invertir en la creación de animales 'de-extintos' podría significar la pérdida de más especies que actualmente están al borde de la extinción, lo cual conduciría a una disminución neta de la biodiversidad.
En este contexto, muchos científicos argumentan que sería más sensato dirigir nuestros esfuerzos hacia la conservación de las especies que aún existen, en lugar de intentar resucitar a aquellas que ya se han perdido.
Detener la destrucción del medio ambiente y proteger a las especies en peligro podría dar lugar a beneficios mucho más amplios, impactando de manera positiva a los ecosistemas y, por ende, a la humanidad misma.
La controversia sobre la ética y la viabilidad de resucitar especies extintas nos recuerda la importancia de priorizar la conservación y el respeto por la naturaleza.