Pequeñas acciones en espacios públicos en Canadá están promoviendo la biodiversidad y apoyando a los polinizadores, vitales para los ecosistemas y la mitigación del cambio climático.
Desde la creación de jardines en rotondas hasta proyectos de restauración de praderas en parques, estos pequeños cambios están demostrando ser eficaces para aumentar la diversidad de especies y ayudar a enfrentar los efectos adversos del cambio climático.
Un ejemplo destacado es el caso de Vancouver, donde residentes como Katie Berlinguette han transformado espacios públicos. Ella adoptó una pequeña rotonda en su barrio, que anteriormente era solo un rincón descuidado, y la convirtió en un refugio para polinizadores. La plantó con especies nativas como el sauce rojo y el lupino, además de cultivar plantas comestibles y hierbas, y hasta instaló una fuente alimentada por energía solar.
Ella explica que su objetivo fue crear un espacio resistente a la sequía, dado que el acceso al agua en esa zona es limitado, y promover la #biodiversidad local.
Historicamente, las ciudades canadienses han enfrentado desafíos en mantener hábitats adecuados para estos insectos, debido a la expansión urbana y el uso intensivo de pesticidas.
En los últimos años ha surgido una conciencia creciente sobre la importancia de integrar espacios verdes que apoyen la conservación de polinizadores
Sin embargo, en los últimos años ha surgido una conciencia creciente sobre la importancia de integrar espacios verdes que apoyen la conservación de polinizadores, necesarios para la reproducción de aproximadamente el 75% de las plantas del mundo.
