Un guía turístico en Terranova detectó una rara ballena franca del Atlántico Norte, una especie en peligro de extinción con menos de 370 ejemplares en el mundo, y alertó sobre la importancia de la conservación marina.

Esta especie marino, una de las más amenazadas del planeta, cuenta con una población estimada en menos de 370 ejemplares en todo el mundo, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
La presencia de una de estas criaturas en las aguas de #Terranova representa un evento de gran relevancia ecológica y una oportunidad para promover esfuerzos de conservación.
El #avistamiento ocurrió a finales de julio de 2025, cuando Jared Clarke, guía turístico especializado en observación de aves y vida marina, encontró por casualidad a esta ballena en la costa sur de la Península Avalon.
Clarke, quien realiza excursiones con turistas en la región, relata que fue una experiencia extraordinaria. "Estaba haciendo una excursión con un grupo cuando, de repente, vi una ballena saliendo a la superficie. Al principio pensé que era otra especie común, pero pronto noté detalles que me dejaron asombrado", explica el guía.
Una de las características distintivas que identificó Clarke fue la presencia de callosidades en la cabeza de la ballena, una marca que solo tienen las #ballenas francas, junto con la ausencia de una aleta dorsal.
Además, observó que la ballena parecía tener una cicatriz en la cabeza que, probablemente, fue resultado de un enredo en redes de pesca, un problema frecuente que enfrentan muchas especies marinas en riesgo.
Las ballenas francas del Atlántico Norte eran en el pasado migrantes comunes en las costas de Terranova, pero la sobrepesca y la contaminación han reducido drásticamente su población.
Hoy en día, la especie está protegida en muchas áreas, y los avistamientos son eventos que generan entusiasmo, pero también una llamada de atención sobre la necesidad de proteger estos magníficos animales.
Confirmó que el avistamiento fue registrado formalmente
El Departamento de Pesca y Océanos (DFO) de Canadá, que mantiene un programa activo de monitoreo de cetáceos, confirmó que el avistamiento fue registrado formalmente.
El organismo explicó que, aunque en general se evita intervenir para no perturbarlos, en casos donde se avisen múltiples ejemplares o noveles grupos con crías, se toman medidas preventivas, incluyendo restricciones en las actividades pesqueras para evitar enredos.
Este avistamiento se suma a las pocas observaciones documentadas en los últimos años en la zona, ya que las ballenas francas son difíciles de localizar debido a sus patrones migratorios y su comportamiento discretamente secreto.
Sin embargo, los registros históricos indican que estas ballenas llegaron a ser vistas con mayor frecuencia en la región durante el siglo XX, aunque la población ha ido decreciendo debido a la actividad humana.
Expertos en mamíferos marinos subrayan la importancia de estos avistamientos como indicadores del estado de salud de los ecosistemas marinos y como motivación para fortalecer las medidas de protección.
La presencia de una ballena en estas aguas también impulsa campañas de sensibilización para reducir el impacto de las actividades humanas, como la pesca y la contaminación, sobre estas especies.
El guía Clarke finaliza haciendo un llamado a la población local y a los visitantes para estar atentos y reportar cualquier avistamiento de estas espectaculares criaturas.
"Pueden aparecer en cualquier momento y en cualquier lugar. Si estás en una excursión mar adentro, mantén los ojos bien abiertos y aprecia la magia de la naturaleza. La #conservación empieza por crear conciencia", afirmó.
Este evento ha reavivado el interés por la ecología marina en Terranova y ha motivado a las autoridades a seguir con los esfuerzos de monitoreo y protección de las ballenas francas, especies clave en la biodiversidad oceánica global.