Investigaciones recientes revelan cómo la obsidiana, un material volcánico, revela antiguos intercambios culturales y la movilidad de las comunidades indígenas en Alberta.

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Recientes descubrimientos arqueológicos en Alberta han arrojado luz sobre las rutas comerciales prehistóricas de los pueblos indígenas, a través de la identificación de artefactos de obsidiana.

Esta roca volcánica, caracterizada por su afilada dureza, fue utilizada por las comunidades antiguas para crear herramientas y armas, lo que sugiere la existencia de redes comerciales vastas que se extendían por toda América del Norte.

El estudio de estos artefactos, que han sido hallados en lugares de caza de bisontes y antiguos campamentos, destaca que la obsidiana encontrada en Alberta tiene sus orígenes en lugares lejanos, pues no existen volcanes en la provincia.

Usando tecnología de rayos X, los arqueólogos han podido rastrear el origen de cada fragmento hasta su fuente, proporcionando importantes datos sobre el intercambio cultural y los movimientos poblacionales de los pueblos indígenas.

Timothy Allan, arqueólogo y autor del informe, menciona que su intención es comprender el papel de Alberta en un extenso sistema de comercio indígena que abarcaba más de tres millones de kilómetros cuadrados.

Según afirma, una sola pieza de obsidiana pudo haber sido intercambiada numerosas veces entre diferentes grupos. Este intercambio sugiere que posiblemente millones de personas estaban en contacto entre sí.

La investigación indica que las cacerías comunales de bisontes podrían haber sido un factor clave en la distribución de la obsidiana en el sur de Alberta y partes del medio oeste estadounidense.

Comprender la transmisión de estos artefactos no solo ayuda a reconstruir la movilidad de los pueblos en el pasado, sino que también destaca las profundas interconexiones culturales que moldearon el continente en épocas anteriores.

El proyecto de observación de obsidiana de Alberta ha catalogado más de 1.200 artefactos en la última década, todos ellos datando de entre 13,000 y 300 años antes del contacto europeo, y se han identificado más de 520 sitios arqueológicos en la provincia.

La región de las estribaciones orientales de Alberta, que se extiende desde las laderas de los Alpes hasta las colinas, es particularmente rica en hallazgos, con fragmentos encontrados en 285 sitios arqueológicos.

La obsidiana es altamente valorada por su capacidad para ser pulida en herramientas de corte debido a su naturaleza excepcionalmente afilada. Cada pieza tiene una firma química única, que permite a los investigadores identificar su origen con precisión. La importancia de estos materiales no solo radica en su utilidad práctica, sino también en la historia del comercio y la colaboración entre diversas comunidades indígenas.

Analizando las rutas de comercio, se ha determinado que Alberta podía ser el límite norte de una red comercial que se extendía por el medio oeste estadounidense, llegando hasta lugares como Fort McMurray.

Los artefactos descubiertos en Alberta han viajado entre 400 y 1,200 kilómetros desde sus fuentes, siendo las más comunes Bear Gulch en Idaho y Obsidian Cliff en el Parque Nacional Yellowstone de Wyoming.

Esto plantea la imagen de rutas de comercio definidas, donde el río Saskatchewan Norte y el río Red Deer se comportan como límites naturales.

Además, se ha observando un patrón donde las comunidades en el norte de Alberta se conectaban más con tribus del oeste, mientras que las del sur tenían lazos más fuertes con las tribus de las llanuras al sur, lo que indica un intercambio más organizado y regular de recursos.

La influencia de los saltos de bisonte en la cultura y el comercio de la región sugiere que estos eventos eran fundamentales para el sustento y la cohesión social de las comunidades antiguas.

En conclusión, los hallazgos recientes no solo amplían la comprensión de la movilidad y el comercio prehistórico en Alberta, sino que también subrayan el rol significativo de estas interacciones en el desarrollo cultural de los pueblos indígenas.

A medida que avanza la investigación, se espera que se descubran más patrones que revelen las ricas historias de las comunidades de antaño y sus conexiones.