Científicos estadounidenses utilizan datos primaverales para prever la magnitud de floraciones algales en el Lago Erie durante el verano, buscando reducir riesgos mediante sistemas de alerta temprana. El fenómeno, influido por diversos factores ecológicos, afecta principalmente a comunidades canadienses y estadounidenses cercanas. La poca cobertura helada y las precipitaciones también juegan un papel importante en la formación de estas floraciones.

La predicción de la salud y el comportamiento del Lago Erie frente a las floraciones algales es un esfuerzo que ha ido adquiriendo mayor relevancia en los últimos años.
Con una historia marcada por episodios como la crisis del agua en Toledo en 2014, cuando la toxina producida por algas verdes bloqueó el acceso a agua potable, los científicos hacen esfuerzos para anticiparse a estos fenómenos y minimizar sus efectos en la salud pública y el medio ambiente.
Cada año, investigadores de Estados Unidos y Canadá recopilan datos durante la primavera sobre la calidad del agua, las precipitaciones y otros factores ecológicos que contribuyen a la formación de floraciones de algas.
Para la temporada de 2025, los análisis indican que las bloomings (como se llaman en inglés a estas floraciones) en la parte occidental del Lago Erie serán de tamaño moderado a pequeño, con una superficie afectada que podría variar entre 2 y 4.5 en una escala de 1 a 10, similar a años anteriores.
Estos pronósticos se basan en datos históricos y recientes, y en modelos que consideran variables como las temperaturas invernales, el volumen de hielo en el lago, y las precipitaciones durante la primavera.
Se prevé que la cobertura de hielo para este invierno fue del 95%, mucho mayor que la del año anterior, lo que influye en cómo se dispersarán las algas durante el verano.
La menor cobertura de hielo implica temperaturas superficiales más altas y una mayor penetración de la luz solar en el agua, factores que favorecen el crecimiento de algas.
El papel del fósforo, especialmente en ríos como el Maumee en Ohio, sigue siendo central en la aparición de floraciones masivas. La escorrentía agrícola que lleva fósforo al lago es una causa principal, y los científicos estiman que las condiciones de precipitación normales para la época ayudarán a mantener la actividad al nivel actual, aunque advierten que eventos de lluvia extra podrían modificar esas predicciones.
El verano, tradicionalmente, es la temporada en la que las algas proliferan de manera más visible, especialmente en agosto y septiembre. Sin embargo, algunos expertos señalan que el inicio de la temporada podría extenderse, dado que las condiciones climáticas todavía favorecen la formación de bloomings, lo cual podría tener consecuencias para las comunidades que dependen del Lago Erie, incluyendo comunidades en Ontario y estados como Michigan y Ohio.
La dispersión de las algas se ve afectada por los vientos y las condiciones meteo-climáticas. Vientos del sur y suroeste pueden hacer que se acumulen en las costas canadienses, formando una especie de