Científicos indagan sobre comunidades de algas que se desarrollan justo bajo la superficie del hielo en lagos canadienses, mientras el cambio climático amenaza su existencia.

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En las heladas aguas de los lagos canadienses, investigadores están llevando a cabo estudios sin precedentes sobre comunidades de algas que habitan justo bajo la superficie del hielo.

Aunque estas algas puedan parecer insignificantes a simple vista, su papel en el ecosistema es crucial. En un contexto donde el cambio climático amenaza cada vez más la existencia de hielo en diversas regiones, la necesidad de entender mejor a estos microorganismos se hace urgente.

Un equipo de buzos se sumerge en las frías aguas del Lago de los Bosques en Ontario, donde han comenzado a recolectar muestras de algas con un innovador mecanismo diseñado para no dañar a estos frágiles seres.

Calum Cawley, un buzo que se une a la cruzada científica, menciona que la experiencia de explorar debajo del hielo es mágica. 'Es como si alguien hubiese tomado una catedral y la hubiera puesto de lado, con la luz del sol filtrándose a través del hielo', comenta Cawley, subrayando la belleza y el secreto que esconde el mundo acuático.

Este proyecto, liderado por el científico Andrew Bramburger de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, busca comprender comunidades de diatomeas, un grupo de algas unicelulares vitales para el ecosistema acuático.

Las diatomeas son esenciales en la cadena alimentaria de los grandes lagos, ya que producen oxígeno y absorben dióxido de carbono, lo que las convierte en un componente crítico para la salud del agua y el equilibrio ecológico.

El desafío con el que se enfrentan los investigadores es que la recolección de muestras de algas se complica debido a que al intentar extraer fragmentos de hielo del agua, muchas de las algas se desprenden, dificultando su estudio.

Sin embargo, gracias a la colaboración de Budziak y su equipo de buceo, han perfeccionado una técnica que permite recolectar muestras intactas. Esta técnica consiste en un dispositivo que utiliza un domo de plexiglás que se adhiere al fondo de la superficie del hielo, permitiendo recolectar el agua llena de algas sin alterar su entorno.

A pesar de los riesgos asociados con la inmersión en aguas heladas y las duras condiciones, el equipo está decidido a recopilar los datos necesarios que podrían ayudar a mitigar el impacto del cambio climático en estas comunidades de algas.

Hasta el momento, han recolectado 33 muestras que están siendo analizadas por decenas de investigadores en América del Norte, y si bien aún no se han publicado estudios, sus hallazgos preliminares son prometedores.

La ecóloga Andrea Kirkwood, ajena al proyecto de buceo, valora la importancia de estos estudios, pues contribuirán a llenar un vacío de conocimiento sobre los microorganismos que habitan bajo el hielo.

A medida que el hielo comienza a desaparecer debido al calentamiento global, la supervivencia de estas algas se vuelve cada vez más incierta. Bramburger afirma que es posible que algunas comunidades de algas se extingan, mientras otras podrían encontrar formas de sobrevivir en el agua superficial.

La ironía de la pérdida de hielo resalta la urgencia del trabajo actual, ya que la eliminación de hielo podría favorecer el crecimiento de algas tóxicas durante el verano.

Las algas que antes desaparecían con el frío ahora están mostrando una resiliencia que podría cambiar dinámicas en los ecosistemas acuáticos. A medida que los investigadores continúan su labor, se espera que la información recopilada ayude no solo a entender mejor estas comunidades de algas, sino también a prever los riesgos que el cambio climático presenta para la biodiversidad de los lagos canadienses.

A largo plazo, las implicaciones de esta investigación podrían extenderse a la gestión de recursos hídricos, promoviendo políticas que aseguren la preservación de estas valiosas comunidades.

La esperanza es que los esfuerzos de los buzos y los científicos sirvan como catalizadores para generar conciencia sobre la fragilidad de nuestros ecosistemas y la necesidad de protegerlos para las futuras generaciones.