El cambio climático y una variedad de plagas están devastando los olivares en la región de Puglia en Italia, lo que ha llevado a un aumento en el precio del aceite de oliva. Los agricultores italianos explican las razones detrás de esta crisis y solicitan más inversión en investigación y nuevas iniciativas para encontrar soluciones.
El precio del aceite de oliva está en aumento debido al cambio climático y a una variedad de plagas que están arrasando con los olivares en la región de Puglia en Italia.
Puglia, conocida como el talón de la bota italiana, es responsable de casi la mitad de la producción nacional de aceite de oliva y cerca del 15% de la producción mundial.
Sin embargo, el calentamiento global ha puesto en riesgo esta importante industria.
El cambio climático ha provocado un aumento en la temperatura en la región, lo que ha permitido que diferentes plagas se propaguen y causen estragos en los olivares.
La mosca del olivo, por ejemplo, pone sus larvas en las aceitunas, que luego se comen el fruto.
Otras plagas y enfermedades, como la lepra del olivo, el hongo del ojo de pavo real y la polilla Margaronia, también se están propagando con la ayuda del fuerte viento cálido conocido como scirocco, que antes no solía soplar en diciembre en Puglia.
Los productores de olivos en Italia no son los únicos que enfrentan desafíos.
España, que produce alrededor del 40% del aceite de oliva mundial, ha sufrido de sequías en los últimos dos años, mientras que Grecia ha enfrentado incendios forestales, inundaciones e inviernos más cálidos.
Estos factores han aumentado el precio promedio del aceite de oliva en Canadá de 7.75 euros hace dos años a casi 13 euros en la actualidad, según Statistics Canada.
Los consumidores están experimentando el impacto de estos aumentos en el precio de los alimentos, pero los productores sostienen que los precios son justos y esperan que se mantengan altos para asegurar un ingreso suficiente para ellos.
En Puglia, la falta de acción hace diez años ha reducido la producción de aceite de oliva en la región hasta en un 50%, según Giannicola D'Amico, vicepresidente regional de la asociación agrícola de Italia, CIA-Agricoltori Italiani.
Miles de negocios agrícolas han cerrado y se necesitan al menos 3 mil millones de euros para restaurar completamente las áreas afectadas.
La asociación agrícola solicita que este dinero provenga de la Unión Europea, ya que argumentan que la responsabilidad recae en la UE por permitir que la bacteria Xylella infectara los olivares italianos.
Para combatir la propagación de la bacteria Xylella, los productores están siguiendo el protocolo Scortichini, que consiste en rociar los árboles con una solución de zinc-cobre-ácido cítrico para reducir las malas hierbas bajo los árboles donde se depositan los huevos de las plagas.
Sin embargo, este protocolo no salvará los olivos monumentales de Puglia, muchos de los cuales están gravemente afectados y morirán en los próximos cinco años.
Los agricultores en Puglia también están pidiendo más inversión en investigación para encontrar una solución a la bacteria Xylella y para introducir árboles de olivo más resistentes a enfermedades y otras variedades de alimentos, como granadas, higos y almendros y cerezos resistentes a la Xylella.
Esto permitiría diversificar la economía de la región y alejarla de un sistema monocultivo.
La industria del aceite de oliva en Italia está enfrentando una crisis devastadora, pero los agricultores y el gobierno están trabajando juntos para encontrar soluciones y garantizar la supervivencia de esta importante industria y patrimonio cultural.
Se espera que las inversiones en investigación y nuevas iniciativas brinden un futuro más prometedor para los olivares de Puglia y para los amantes del aceite de oliva en todo el mundo.