La ciudad de Santander anuncia la implementación de una Zona de Bajas Emisiones en el Ensanche, con restricciones específicas para ciertos vehículos y con el objetivo de mejorar la calidad del aire sin afectar a la mayoría de los residentes y trabajadores.

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La iniciativa, presentada por la alcaldesa Gema Igual, busca establecer un perímetro de aproximadamente 2,5 kilómetros, que representa solo el 0,6% de la superficie total de Santander, en el área del Ensanche, donde residen cerca de 6.000 personas. La medida contempla restricciones de circulación de lunes a viernes, desde las 8 de la mañana hasta las 7 de la tarde, dirigidas principalmente a vehículos antiguos y contaminantes.

En concreto, afectará a los autos con etiqueta A, es decir, aquellos fabricados antes de 2006 en caso de diésel y anteriores a 2001 en gasolina, que deberán limitar su circulación en esta zona.

Este proyecto forma parte del compromiso del Ayuntamiento de cumplir con la Ley 7/2021 de Cambio Climático, que obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a adoptar medidas para reducir las emisiones de gases contaminantes. Aunque #Santander no presenta niveles alarmantes de contaminación en su día a día, la alcaldesa ha destacado que la implementación de la ZBE es necesaria para prevenir episodios puntuales de alta polución y avanzar en la movilidad sostenible.

La iniciativa también busca mejorar la calidad del aire y reducir la huella ecológica, en línea con las metas europeas de sostenibilidad.

Para ello, el Ayuntamiento ha realizado un estudio de medición de la calidad del aire, que se ha llevado a cabo entre septiembre de 2024 y mayo de 2025, utilizando 40 sensores acústicos y 10 sensores específicos para detectar contaminantes atmosféricos.

Los datos recogidos han permitido identificar otras áreas de la ciudad, como Valdecilla, Castilla-Hermida y la calle Alta, donde también se implementarán medidas para mejorar la movilidad y reducir las emisiones.

La ZBE incluirá varias excepciones, como el acceso para residentes, trabajadores del área de influencia, propietarios de garajes (que podrán obtener dos permisos), vehículos de personas con discapacidad, motos, vehículos de servicios esenciales, taxis y aquellos que utilicen los dos aparcamientos públicos de la zona.

Además, la vigilancia de la zona estará garantizada por once cámaras de entrada y otras once de salida, asegurando un control efectivo.

El proceso administrativo para la puesta en marcha de la ZBE comenzará con la publicación del proyecto en la página web del Ayuntamiento durante 30 días para recibir alegaciones del público.

Posteriormente, será sometido a aprobación por la Junta de Gobierno y, tras su inclusión en la ordenanza reguladora, se presentará a los partidos políticos, quienes podrán presentar alegaciones antes de su debate en la Comisión y en el Pleno municipal.

Se espera que la implantación definitiva tenga lugar en los últimos días de diciembre, justo antes de que finalice el año.

Para adaptar las medidas a la evolución de la calidad del aire y la movilidad en la ciudad

El Ayuntamiento ha asegurado que la revisión de la ZBE será periódica, con evaluaciones anuales o bianuales, para adaptar las medidas a la evolución de la calidad del aire y la movilidad en la ciudad.

La alcaldesa también recordó que estas acciones forman parte de un conjunto de medidas ya implementadas en Santander, como la creación de carriles bici, zonas 30, peatonalizaciones y campañas de incentivos para la movilidad ciclista y el uso del transporte público.