El Ayuntamiento de Santander comienza la demolición de dos edificios en la calle Alta, un paso clave en su estrategia de regeneración urbana y construcción de viviendas asequibles, con una inversión cercana a 38.000 euros. Los trabajos buscan mejorar la calidad de vida en la zona y promover un desarrollo sostenible en el centro de la ciudad.

La #demolición comenzará mañana miércoles, 1 de octubre, y se prevé que las tareas duren aproximadamente tres meses. La obra ha sido adjudicada a la empresa Palomera Obras y Proyectos SL, con un presupuesto de aproximadamente 38.000 euros (equivalentes a 252.890 euros en la noticia original en euros).
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, señaló que esta acción representa un avance significativo en la línea estratégica acordada en la Comisión Mixta del Cabildo de Arriba.
Presuntamente, esta iniciativa forma parte de un plan más amplio para transformar la zona y dotarla de nuevas viviendas asequibles para los vecinos de la ciudad.
Según Igual, “supuestamente, la construcción de viviendas sociales en estos espacios es una prioridad para el Ayuntamiento, que busca promover un desarrollo urbano sostenible y equilibrado”.
El proyecto de demolición responde a la declaración de ruina económica de los edificios en cuestión, que obliga a los propietarios a proceder con su demolición y preparar las parcelas para nuevos usos.
La mayoría de las viviendas en estos edificios son propiedad municipal, tras haber sido adquiridas por el Consistorio con una inversión cercana a los 45.000 euros (aproximadamente 30.000 euros en la moneda local). La demolición se ejecutará de manera subsidiaria, dado que los propietarios no han actuado en el plazo establecido, y se procederá a limpiar y acondicionar las parcelas para futuras construcciones.
Las obras comenzarán con la colocación de vallados y andamiajes que cubrirán toda la acera y parte de la calzada, garantizando la seguridad de los transeúntes.
Se extraerán manualmente todos los enseres y muebles en el interior de los edificios, y se apuntalarán las zonas más vulnerables para evitar derrumbes parciales.
Durante los trabajos, será necesario el uso de maquinaria pesada en momentos puntuales, además de la colocación de contenedores para la retirada de escombros.
Los derribos se realizarán a mano, debido a la delicada situación de las medianeras y la necesidad de preservar los elementos estructurales, como vigas y paredes.
Y en la demolición se eliminarán elementos inestables
Se emplearán dispositivos cortapolvo para minimizar el impacto ambiental, y en la demolición se eliminarán elementos inestables, balcones y aleros que puedan representar un riesgo.
Tras completar el derribo, se ejecutará una solera en la zona para facilitar la evacuación del agua de lluvia y se extenderá zahorra para preparar el terreno.
Supuestamente, estos trabajos forman parte de una política más amplia del Ayuntamiento que incluye mejoras en la movilidad, regeneración de calles y construcción de viviendas protegidas.
En la zona también se han llevado a cabo proyectos como la instalación de un nuevo ascensor en el Pasaje de Peña, la construcción de 66 viviendas de protección oficial en la antigua fábrica de Tabacalera, y la mejora de la plaza Juan José Ruano.
Además, se han realizado acciones en instalaciones municipales como el Espacio Joven, con el objetivo de revitalizar el centro de la ciudad.
En cuanto a los edificios en ruina, se supuestamente habían sido declarados en situación de deterioro desde hace varios años, y la propiedad no había presentado los proyectos de demolición necesarios.
La inspección realizada en mayo de 2024 confirmó que no se habían iniciado los trabajos por parte de los propietarios, lo que llevó al Ayuntamiento a actuar de acuerdo con la Ley 5/2022 de Ordenación Territorial y Régimen Urbanístico del Suelo de Cantabria.
Este proceso refleja el compromiso del consistorio por transformar el barrio y convertirlo en un espacio más habitable y accesible, promoviendo la construcción de viviendas asequibles y mejorando la infraestructura urbana.