El Ayuntamiento de Santander inicia la consulta pública previa para la futura Ordenanza de Zonas de Bajas Emisiones, permitiendo a los vecinos y organizaciones expresar sus opiniones durante diez días hábiles.
Siguiendo lo establecido en el artículo 133-1 de la Ley 39/2015, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, el Ayuntamiento de Santander ha lanzado un proceso de participación ciudadana para la elaboración de la futura Ordenanza de Zonas de Bajas Emisiones en la ciudad.
Esta iniciativa busca involucrar a los vecinos, organizaciones y asociaciones más afectadas por la posible implementación de nuevas restricciones medioambientales.
El proceso de consulta pública se extenderá durante diez días hábiles, contados desde el día siguiente a la publicación del anuncio en la página web del consistorio.
Durante este período, los interesados podrán expresar sus opiniones, sugerencias o alegaciones respecto a los aspectos que contempla la propuesta de ordenanza.
La participación ciudadana es un elemento clave en el diseño de políticas públicas efectivas y aceptadas socialmente, especialmente en temas relacionados con la calidad del aire y la movilidad urbana.
Las personas y organizaciones que deseen participar pueden enviar sus comentarios por correo electrónico a [email protected] o presentar sus aportaciones en los diferentes puntos habilitados por el Ayuntamiento, conforme a lo establecido en el artículo 16.4 de la Ley 39/2015. Además, en la sección de 'documentación relacionada' del sitio web municipal, se encuentran disponibles tanto el anuncio formal como el borrador del proyecto de ordenanza para su consulta.
Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son áreas restringidas al tráfico de vehículos más contaminantes, con el objetivo de reducir las emisiones de gases nocivos y mejorar la calidad del aire en las ciudades.
Este tipo de medidas ha sido implementada en varias ciudades europeas, como Madrid, París y Milán, con resultados positivos en la disminución de partículas en suspensión y óxidos de nitrógeno.
Históricamente, la preocupación por la calidad del aire en Santander ha ido en aumento, especialmente tras los informes que señalan niveles elevados de NO2 en zonas céntricas y arterias principales.
La Unión Europea ha establecido límites para estas emisiones, y muchas ciudades españolas están adoptando medidas similares para cumplir con la normativa.
La creación de una Zona de Bajas Emisiones en Santander podría implicar restricciones para vehículos antiguos y contaminantes, incentivando el uso de transporte público, bicicletas o vehículos eléctricos.
El costo de adaptar la infraestructura y promover alternativas de movilidad sostenible puede variar, pero en el contexto europeo, la inversión en estos proyectos suele oscilar entre 1.5 y 3 millones de euros, dependiendo del tamaño de la zona y las medidas complementarias. Para los ciudadanos, esto representa una inversión a largo plazo en salud y calidad de vida, además de cumplir con las obligaciones medioambientales internacionales.
Por lo tanto, la participación activa en este proceso de consulta es fundamental. La ciudadanía puede aportar ideas y comentarios que ayuden a definir una normativa equilibrada, efectiva y socialmente aceptable. La colaboración entre administraciones, organizaciones y vecinos es esencial para construir un entorno urbano más saludable y sostenible en Santander en los próximos años.