Operación conjunta de la Policía Nacional y la Policía Judiciária de Portugal junto a la Guardia Nacional Republicana. Hay 21 detenidos -15 en España y seis en Portugal- como miembros de esta red de narcotráfico
Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Policía Judiciária de Portugal y la Guardia Nacional Republicana, han llevado a cabo una importante operación conjunta que ha culminado con la desarticulación de una organización internacional dedicada al narcotráfico y la incautación de más de dos toneladas de hachís.
La operación comenzó en septiembre de 2022, cuando las autoridades francesas interceptaron un vehículo pesado proveniente de Portugal y cargado con 485 kilos de hachís.
Este hecho despertó las sospechas de la Policía portuguesa, quienes iniciaron una investigación para determinar la magnitud de la red criminal detrás de este transporte ilegal y identificar a otros posibles miembros del grupo en territorio portugués.
Las pesquisas llevadas a cabo revelaron indicios de la existencia de un grupo delictivo asentado en Portugal, encargado de distribuir grandes cantidades de hachís a importantes redes de narcotraficantes establecidas en España, quienes a su vez se encargaban de transportar la droga a otros países de Europa central.
En base a esta información, la Policía Judiciaria de Portugal se puso en contacto con la Policía Nacional de España y solicitó la vigilancia de un camión que transportaba estupefacientes desde Portugal hacia un almacén en el sur de España.
Los agentes españoles acompañaron al vehículo y, tras interceptarlo, realizaron una inspección en la que se encontraron más de una tonelada de hachís distribuida en fardos, lo que llevó a la detención del conductor.
Posteriormente, durante un registro en la nave donde había estado estacionado el camión, se hallaron más paquetes con más de una tonelada de resina de cannabis, lo que llevó a la detención de otras 14 personas relacionadas con esta organización criminal.
Una vez concluida esta fase, la Policía Judiciaria se centró en los principales líderes de la red de transporte de estupefacientes, quienes se encontraban en Portugal.
En dicho país, la Policía Judiciaria realizó registros y detenciones en colaboración con la Guardia Nacional, que también investigaba a algunos de los sospechosos por su implicación en otros delitos.
En total, se emitieron seis órdenes de detención, resultando en el arresto de tres cabecillas de la organización, quienes se encuentran en prisión provisional a la espera de juicio.
Esta operación conjunta entre las fuerzas de seguridad españolas y portuguesas ha permitido desmantelar una importante estructura de narcotráfico internacional y confiscar una considerable cantidad de hachís, contribuyendo así a la lucha contra el tráfico de drogas en Europa.