Renault presenta su nuevo prototipo eléctrico Emblème, un avance hacia la descarbonización del transporte, que combina baterías y pilas de hidrógeno.

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La lucha contra el cambio climático ha llevado a las automotrices a un camino significativo hacia la descarbonización de la movilidad.

Con el compromiso de alcanzar cero emisiones netas en la próxima década, numerosas marcas están desarrollando tecnologías innovadoras para este objetivo.

Renault se suma a esta tendencia con su ambicioso plan de alcanzar cero emisiones netas de carbono para el año 2040 en Europa y 2050 a nivel global.

En el próximo Salón del Automóvil de París, la compañía francesa presentará su más reciente prototipo eléctrico: el Renault Emblème.

Este modelo representa un avance clave en la movilidad sostenible, ya que es capaz de operar con dos fuentes de energía diferentes: una batería recargable para el uso en entornos urbanos y una pila de combustible de hidrógeno para viajes de más larga distancia.

Aunque Renault no ha publicado cifras exactas sobre la autonomía del vehículo, asegura que es posible recorrer hasta 1.000 kilómetros con esta tecnología.

El Renault Emblème se perfila como un crossover basado en la nueva plataforma AmpR Medium, diseñada para optimizar el rendimiento y la eficiencia.

Con unas dimensiones de 4,80 metros de largo y 1,52 metros de ancho, cuenta con una distancia entre ejes de 2,90 metros y un peso total de 1.750 kg, incluyendo las baterías.

Esto lo convierte en un vehículo más ligero que la mayoría de los SUV híbridos o eléctricos actuales de similar tamaño.

El diseño del Emblème ha sido cuidadosamente elaborado para mejorar la aerodinámica, en colaboración con el equipo BWT Alpine F1. Entre sus características destacadas se encuentran dos cámaras que reemplazan los espejos retrovisores exteriores, y manijas de puertas integradas en la carrocería.


Además, su diseño presenta aletas en el capó y salidas de aire en el paragolpes, que canalizan el flujo de aire de manera más eficiente, minimizando la resistencia aerodinámica.

El sistema de propulsión del Emblème está impulsado por un motor eléctrico que alcanza los 218 caballos de potencia (160 kW), alimentado por una batería de iones de litio de 40 kWh, lo que le proporciona la energía necesaria para un largo recorrido.

Renault afirma que esta batería es más ligera y menos voluminosa que las utilizadas en vehículos eléctricos convencionales, lo que contribuye a la eficiencia general del vehículo.

Complementando la batería, la pila de combustible PEMFC de 30 kW se alimenta de hidrógeno bajo en carbono a través de un depósito de 2,8 kilos.

Esta combinación permite al Emblème cubrir distancias de hasta 1.000 kilómetros sin necesidad de recargar la batería, aunque requerirá dos paradas cortas para repostar hidrógeno y obtener una autonomía adicional de 350 kilómetros.

Renault argumenta que en un viaje típico entre París y Marsella (800 kilómetros), un 75% de la electricidad consumida proviene de la pila de combustible, emitido únicamente agua como subproducto.

Esto señala un avance considerable hacia una movilidad menos contaminante, alineándose con la tendencia global de electrificación y sostenibilidad en el transporte.

El Renault Emblème no solo es un prototipo que representa el futuro de la movilidad, sino que también sentará las bases para las futuras innovaciones en el sector automotriz, buscando siempre un equilibrio entre rendimiento, eficiencia y respeto por el medio ambiente.