Las autoridades brasileñas investigan a la empresa BYD y su subcontratista por el trato a trabajadores chinos en su nueva planta en Camaçari, acusando condiciones laborales severas.
El gobierno de Brasil ha anunciado que se encuentra en proceso de investigación contra la compañía china BYD, uno de los líderes globales en la fabricación de vehículos eléctricos, por presuntas irregularidades en el trato a trabajadores chinos en la construcción de una nueva fábrica en el país.
Según fuentes oficiales, se ha detectado un total de 163 trabajadores que habrían estado laborando en condiciones comparables a la esclavitud en el proyecto de construcción ubicado en Camaçari, en el estado de Bahía.
De acuerdo con la información proporcionada por las autoridades, los trabajadores estaban contratados a través de la subcontratista de BYD, Jinjiang Open Engineering, y se determinó que eran víctimas de tráfico humano con fines de explotación laboral.
Esta situación alarmante fue descubierta tras una serie de inspecciones realizadas por las autoridades locales, que revelaron condiciones extremas, incluyendo la confiscación de documentos personales y salarios muy por debajo de lo aceptable.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, ha expresado que Pekín está al tanto de la situación y está en proceso de verificar los hechos.
En un comunicado oficial, se destacó que el gobierno chino otorga una gran importancia a la protección de los derechos de los trabajadores, alentando a las empresas chinas a actuar en conformidad con las leyes y normativas vigentes.
Por su parte, varios ministerios brasileños ya han comenzado a interrogar a la empresa BYD, así como a su subcontratista, respecto a las acusaciones de explotación laboral.
En un intento por abordar la problemática, ambas empresas han manifestado su disposición a colaborar en la mejora de las condiciones de los trabajadores afectados, quienes, según los informes, enfrentaron situaciones extremas, como dormir en camas sin colchones y tener que compartir un único baño entre 31 personas.
Las condiciones laborales descritas por el Ministerio Público del Trabajo en Bahía son alarmantes.
Los obreros estaban expuestos al sol durante largas jornadas laborales y presentaban evidencias de daños en la piel como resultado de estas condiciones.
Además, se les retenía hasta el 60% de su salario.
Tras conocer las acusaciones, la filial brasileña de BYD, conocida como BYD Auto do Brasil, anunció de manera inmediata la anulación de su contrato con Jinjiang y procedió a alojar a los 163 trabajadores en hoteles para su protección.
Jinjiang, por su parte, ha negado enérgicamente las acusaciones, argumentando que las condiciones laborales eran adecuadas y que la etiqueta de 'esclavizados' era completamente injusta y ofensiva para su personal.
La fábrica en cuestión está siendo construida en el que anteriormente fue el sitio de producción de Ford, que cerró sus puertas en 2021. En 2023, BYD anunció inversiones por más de 1.000 millones de euros para la conversión de esta planta, con el objetivo de producir vehículos eléctricos y eléctricos híbridos además de una previsión de ensamble de un 70% de los componentes de forma local.
Las instalaciones de Camaçari tienen previsto una capacidad de producción de 150.000 unidades al año, un esfuerzo significativo por parte de BYD para adaptarse al creciente mercado de autos eléctricos en Brasil.