El Servicio de Cardiología implementa una innovadora prueba para el estudio de trastornos cardiopulmonares.

El Hospital Universitario Infanta Cristina, situado en la Comunidad de Madrid, ha ampliado su oferta de servicios médicos con la introducción de la prueba de esfuerzo con consumo de oxígeno, conocida como ergoespirometría.

Esta técnica no invasiva es crucial para el análisis de la fisiopatología de los sistemas respiratorios y cardiovasculares, y refleja la relación compleja entre diferentes factores como el corazón, los pulmones, la sangre, la circulación periférica y el sistema muscular esquelético.

La ergoespirometría juega un papel esencial en la práctica clínica, sobre todo en el diagnóstico y tratamiento de afecciones cardiopulmonares, como la insuficiencia cardiaca, y permite realizar una evaluación detallada de cómo responden múltiples órganos al ejercicio físico.

Este nuevo recurso se destinará principalmente a pacientes que son atendidos en la consulta de Insuficiencia Cardiaca, quienes necesitan una evaluación precisa de su capacidad funcional para determinar si son aptos para tratamientos avanzados, como un trasplante cardiaco.

Asimismo, también se aplicará a pacientes con valvulopatías avanzadas que presenten síntomas confusos, ayudando así a decidir si deben ser intervenidos quirúrgicamente.

La razón por la que esta prueba resulta tan significativa es que proporciona una evaluación objetiva de la capacidad funcional, lo que tiene implicaciones importantes en el pronóstico de los pacientes.

Aunque es un procedimiento que tiene resultados reproducibles, su correcta realización requiere de un alto nivel de formación y experiencia por parte del personal médico encargado de llevarlo a cabo.

A través de la ergoespirometría, se puede esclarecer si la disnea, uno de los síntomas más comunes que llevan a los pacientes a consultar a un cardiólogo, es consecuencia de problemas cardiacos, respiratorios o periféricos.

Se ha validado especialmente en pacientes con insuficiencia cardiaca y es considerada una herramienta fundamental para evaluar su capacidad de ejercicio.

La medición del consumo máximo de oxígeno (VO2) permite realizar un ajuste acorde a la edad, el sexo y el peso del paciente, y es el estándar de oro para detectar limitaciones funcionales.

En comparación con la ergometría convencional, la ergoespirometría proporciona información más detallada, facilitando la estratificación del riesgo y ayudando a tomar decisiones críticas respecto a la posibilidad de trasplante cardiaco.

Además, es muy utilizada en el diagnóstico de la hipertensión arterial pulmonar, y es una de las pruebas más comunes en las Unidades de Rehabilitación Cardiaca para adaptar los programas de ejercicio a las necesidades específicas del paciente.

En el caso de pacientes con enfermedades valvulares, la ergoespirometría permite identificar el momento adecuado para la cirugía, mientras que en aquellos con miocardiopatía hipertrófica, ofrece datos objetivos sobre la gravedad de su limitación funcional.

Esta prueba no solo ayuda a diferenciar entre anatomías cardíacas normales y patológicas, sino que también colabora en la evaluación de dolor torácico y anomalías coronarias, contribuyendo de este modo a un tratamiento más eficaz.