En el último año, se ha observado un notable incremento en el número de espirometrías realizadas en la Comunidad de Madrid, alcanzando un total de 46.967 pruebas en Atención Primaria, lo que representa un incremento del 124% respecto a las 20.975 espirometrías realizadas en el año 2023. Este avance en la detección de enfermedades respiratorias es particularmente relevante en el contexto de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una condición que afecta a una considerable parte de la población, con estimaciones que indican que alrededor de 300.000 personas padecen esta enfermedad en la región.

El procedimiento de espirometría permite a los profesionales de la salud medir el volumen de aire que los pulmones pueden retener, así como la velocidad de las inhalaciones y exhalaciones.

Esto es crucial para identificar a pacientes en riesgo, especialmente a aquellos fumadores mayores de 40 años que presenten síntomas respiratorios.

En este sentido, los enfermeros son los únicos profesionales de Atención Primaria que pueden solicitar esta prueba sin necesidad de una prescripción médica, lo que agiliza el proceso de diagnóstico.

El aumento en las espirometrías forma parte de un Plan de Mejora que la Gerencia Asistencial ha implementado en los últimos dos años para abordar de manera integral la EPOC. Este plan no solo se enfoca en la detección precoz, sino que también incluye la creación de un Grupo de Trabajo de Buenas Prácticas y la realización de talleres formativos dirigidos a más de 500 trabajadores del sector sanitarios.

Un ejemplo de estas iniciativas es la II Jornada para el Abordaje Integral del Paciente EPOC, que consiguió reunir a cerca de 200 profesionales en el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Madrid.

La EPOC es una enfermedad que presenta múltiples formas y se caracteriza por la limitación del flujo de aire a los pulmones, siendo el tabaquismo la principal causa.

Aunque no existe una cura, el diagnóstico temprano y la atención médica adecuada son fundamentales para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

En este sentido, todos los centros de salud de la Comunidad de Madrid cuentan, al menos, con un espirómetro en funcionamiento, y más del 50% dispone de dos o más equipos, lo que subraya el compromiso de las autoridades sanitarias con la lucha contra esta enfermedad.

Además, en los últimos dos años, se han incorporado 415 nuevos dispositivos diagnósticos gracias al Plan regional de Mejora de Infraestructuras de Atención Primaria, contribuyendo a un manejo más eficaz de la salud respiratoria en la población madrileña.