En un esfuerzo por mejorar la seguridad en los centros de salud de la Comunidad de Madrid, se ha lanzado un programa de capacitación dirigido a profesionales de Atención Primaria (AP) para hacer frente a conductas violentas.

Esta iniciativa nace en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Seguridad Corporativa del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). Este mes de noviembre marcará el inicio de la primera fase de esta formación, la cual se llevará a cabo en cuatro direcciones asistenciales de AP y contará con la participación de aproximadamente 400 estudiantes.

Las clases empezarán el lunes en Móstoles, donde se instruirá a trabajadores de centros de salud del municipio, así como de Fuenlabrada, Alcorcón y otras localidades cercanas.

Durante esta primera fase, se ofrecerán técnicas y herramientas de comunicación a los profesionales que les permitan actuar adecuadamente en situaciones conflictivas o ante posibles agresiones que puedan ocurrir en un entorno de atención pública.

El objetivo es claro: dotar a estos profesionales con las habilidades necesarias para manejar alteraciones que puedan surgir durante su labor, a fin de proteger tanto a los pacientes como a los trabajadores.

Las sesiones de entrenamiento serán conducidas por agentes del CNP, quienes poseen experiencia en la gestión de este tipo de episodios, gracias a la figura del Interlocutor Policial Sanitario.

Esta figura ha sido esencial para asesorar a las administraciones sanitarias en la implementación de estrategias preventivas.

La violencia en los centros de salud es un tema que ha adquirido notoriedad en los últimos años.

Según informes, el aumento de conflictos y agresiones a profesionales sanitarios ha sido alarmante, lo que ha llevado a diversas administraciones a ceñirse a protocolos que priorizan la seguridad laboral.

Esto también coincide con la creciente preocupación sobre la salud mental y emocional de los trabajadores frente a las tensiones y demandas que enfrentan diariamente.

Además, se incluirá en este programa una instrucción sobre el Protocolo de Conflictos con Usuarios, que es fundamental para establecer un marco claro de actuación en caso de que ocurran altercados.

Este protocolo no solo busca la protección de quienes trabajan en las instalaciones de atención primaria, sino también garantizar la integridad y el respeto hacia todos los usuarios que acuden en busca de servicios de salud.

La reacción del sector ha sido positiva, ya que muchos profesionales destacan la importancia de contar con herramientas que les permitan sentirse seguros y respaldados en su día a día.

Este tipo de iniciativas es una respuesta necesaria ante los desafíos que enfrenta la sanidad pública, en la que la atención al paciente debe ir acompañada de un entorno seguro y colaborativo.

La Comunidad de Madrid, con esta acción formativa, se pone a la vanguardia en la protección de sus trabajadores en el sector sanitario, buscando no solo su bienestar, sino también el de todos aquellos que requieren atención médica.