Investigadores del Hospital Gregorio Marañón presentan nuevos hallazgos sobre el diagnóstico de la tuberculosis pediátrica utilizando biomarcadores plasmáticos, lo que promete mejorar la detección de esta enfermedad en niños.

En Madrid, un equipo de investigadores de la Sección de Enfermedades Infecciosas del Servicio de Pediatría del Hospital Gregorio Marañón ha desarrollado un enfoque innovador para diagnosticar la tuberculosis en niños, que podría tener un impacto significativo en la salud pública.

Este avance, basado en biomarcadores plasmáticos, ha sido documentado en la prestigiosa revista Journal of Microbiology, Immunology and Infection.

La tuberculosis pediátrica, una enfermedad que sigue siendo un desafío importante a nivel mundial, es fácilmente prevenible y tratable, sin embargo, el acceso a pruebas diagnósticas eficaces en áreas de alta prevalencia representa una barrera crítica.

Esto es especialmente relevante para la población infantil, donde el diagnóstico puede ser particularmente problemático.

Niños pequeños enfrentan dificultades para proporcionar muestras de esputo, que son esenciales para las pruebas de diagnóstico debido a su alta sensibilidad.

La baja eficacia de las pruebas actuales en niños ha resultado en un infradiagnóstico, lo cual puede permitir que la infección progresa a enfermedad activa, incluso en formas graves y extrapulmonares.

Los resultados obtenidos en el estudio dirigido por la doctora Marisa Navarro revelaron que la combinación de biomarcadores en sangre, en particular IFN-γ/MCP-1, alcanzó una sensibilidad del 87,9% y una especificidad del 66,6%, cifras que cumplen con los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para pruebas de triaje.

Este enfoque podría revolucionar la manera en que se diagnostica esta enfermedad en la población infantil.

A pesar de estos alentadores resultados, los investigadores no encontraron diferencias significativas entre biomarcadores para diferenciar entre tuberculosis activa e infección latente.

Este hallazgo resalta la continua complejidad que conlleva el diagnóstico diferencial de la enfermedad, un reto que aún persiste en la práctica médica.

El estudio ha sido emprendido en colaboración con varios departamentos del Hospital Gregorio Marañón y ha contado con la participación del Centro de Referencia de Tuberculosis Klink Ottarging en Viena.

En cuanto a las perspectivas futuras, aunque estos hallazgos requieren validaciones adicionales en cohortes más amplias, representan una oportunidad emocionante para optimizar el diagnóstico de la tuberculosis en niños.

El uso de biomarcadores plasmáticos podría ofrecer un método diagnóstico menos invasivo y más exacto, especialmente relevante en contextos con recursos limitados.

La Dra.

Navarro destacó: “Este estudio es un avance significativo hacia la obtención de un diagnóstico más accesible y preciso de la tuberculosis pediátrica, que sigue siendo un problema crucial para la salud infantil en el mundo entero.

A pesar de que aún queda camino por recorrer, nuestros resultados brindan una base sólida para el desarrollo de nuevas estrategias diagnósticas que potencialmente puedan mejorar los resultados clínicos en este grupo tan vulnerable”.

El equipo de investigación también coordina la Red Española de Tuberculosis Pediátrica (pTBred) y colabora con la Red Europea (pTBnet). La base de datos de pTBred, que contiene información clínica y epidemiológica sobre niños diagnosticados con tuberculosis en hospitales de España, está alojada en el servidor de RedCap del Hospital Gregorio Marañón.