La Comunidad de Madrid destina 3,7 millones de euros para el cuidado de 86 menores con trastornos de salud mental, asegurando su bienestar y programas de recuperación.

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En una decisión significativa, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado una inversión de 3,7 millones de euros para el mantenimiento de 86 plazas públicas destinadas a menores que son tutelados o se encuentran bajo guarda, en ámbitos donde enfrentan trastornos de salud mental o se hallan en situaciones de riesgo debido a la falta de aceptación de medidas de protección.

Esta iniciativa se pone en marcha a través de tres contratos que cubrirán el periodo desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2025.

Uno de los contratos, que cuenta con un presupuesto de aproximadamente 1,6 millones de euros, se focaliza en el acogimiento residencial de 24 menores de entre 12 y 18 años.

Este recurso especializado, ubicado en el municipio de El Escorial, tiene como misión principal la recuperación de estos adolescentes.

La estrategia de intervención contempla la posibilidad de reincorporaciones familiares, así como su transferencia a otros recursos que no sean específicamente para la salud mental, en caso de que así se determine.

El segundo contrato, con una inversión de cerca de 1,5 millones de euros, establece 21 plazas de acogida para menores de entre 6 y 18 años que también presentan trastornos de salud mental.

Estos jóvenes recibirán atención en un dispositivo en Berzosa del Lozoya, donde se ejecutará una intervención psicoterapéutica personalizada, así como apoyo en su escolarización y terapia familiar.

Además, el Consejo también ha dado luz verde a un acuerdo que destina más de 517.000 euros para gestionar un recurso que proporciona 41 plazas de acompañamiento educativo dirigido a adolescentes en riesgo o desamparados, que además no aceptan las medidas de protección.


Este programa se localiza en el distrito de Latina, en el corazón de la capital.

Estas acciones se insertan en un marco más amplio de atención a la población infantil y juvenil en riesgo, lo que subraya el compromiso de la Comunidad de Madrid por garantizar el bienestar de los menores.

Desde hace años, estas iniciativas han ido en aumento, respondiendo a la creciente necesidad de recursos que atiendan a una parte de la población particularmente vulnerable.

Históricamente, la atención a la salud mental de los menores ha sido un tema prioritario en diversas administraciones.

Cada vez más se reconoce que trastornos como la ansiedad y la depresión son comunes entre la juventud, especialmente en contextos de desprotección familiar.

Por ende, es esencial que estos fondos se utilicen de manera eficiente para ofrecer no solo un hogar, sino un entorno de apoyo donde los jóvenes puedan crecer y desarrollarse de manera saludable.

La inversión en estos programas refleja una estrategia proactiva para reducir el estigma asociado a la salud mental y para promover el acceso a tratamientos adecuados.

Se espera que los recursos asignados faciliten la integración social de estos menores y aseguren un futuro más esperanzador tanto para ellos como para sus familias.