La sorprendente restauración de la capilla de la Inmaculada del IES San Isidro revela un legado artístico ligado a la educación de Madrid

La capilla de la Inmaculada del IES San Isidro, en el distrito Centro de Madrid, ha recuperado las pinturas murales de la bóveda, obra de Juan Delgado en el siglo XVIII, en una intervención que combina técnica de quadratura y restauración conservadora para conservar un testimonio del patrimonio educativo español.

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Este conjunto ornamental constituye un testimonio excepcional del #patrimonio cultural vinculado a la #historia educativa de España, y su recuperación permite entender de forma más cabal el papel que la #educación ha desempeñado en la configuración de la identidad madrileña.

Las frescas, atribuidas a Juan Delgado (1675-1731), discípulo de Claudio Coello, fueron ejecutadas con la técnica de la quadratura, un género pictórico de origen italiano que busca crear efectos trampantojo para ampliar visualmente el espacio.

La escena central muestra la visión apocalíptica de San Juan, con la Inmaculada presidiendo la composición y la mano de Dios extendiéndose hacia ella, un motivo que enlaza religión, artes y enseñanza en el contexto del siglo XVIII.

La capilla se integra en un edificio histórico que formó parte del colegio imperial de la Compañía de Jesús, fundado por Felipe IV en 1625. Este año se celebra el 400 aniversario del instituto, que conserva en su emplazamiento original, junto a la Real Colegiata de San Isidro, una capilla que accede desde el Patio de los Estudios.

El templo presenta una única nave, con fábrica de ladrillo sobre una base de mortero de cal y pedernal y cubierta a dos aguas de teja curva; la bóveda de yeso, que tuvo que ser reconstruida en 1723, forma parte de un conjunto arquitectónico que ha resistido el paso del tiempo y distintas actuaciones de conservación a lo largo de siglos.

Antes de la intervención, el conjunto presentaba signos de deterioro por la humedad y el envejecimiento de los materiales, además de grandes grietas, fisuras y miles de agujeros provocados en su día por mediciones para la ejecución del dibujo.

Los trabajos de #restauración se realizaron en tres fases claramente diferenciadas

Los trabajos de restauración se realizaron en tres fases claramente diferenciadas. En la primera, se llevó a cabo una limpieza superficial por aspiración para eliminar polvo adherido y otros residuos. En la segunda, se eliminaron elementos ajenos a la obra original mediante procedimientos mecánicos y se realizó la reintegración cromática con pastel en los puntos donde no era posible la retirada total.

En la tercera, se eliminaron las sales, se efectuó la fijación de la capa pictórica y se consolidaron las zonas con mayor necesidad, para disponer después de rellenos de cavidades, fracturas y oquedades de impacto visual notable.

Las pérdidas más grandes, como las grietas y las perforaciones, quedaron resueltas con la técnica del tratteggio.

La historia del IES San Isidro da cuenta de su origen en el colegio imperial de la Compañía de Jesús, fundado por Felipe IV; el conjunto educativo celebra su prolificidad histórica y su vínculo con la Real Congregación de Nuestra Señora de la Concepción.

En el interior sigue vigente la capilla de la Inmaculada, levantada por dicha congregación y accesible desde el Patio de los Estudios. El edificio conserva una sola nave construida con ladrillo, mortero de cal y pedernal, cubierta a dos aguas y tejas curvas, con una bóveda de yeso que, como se ha publicado, fue reconstruida en 1723.

Este esfuerzo de restauración no solo devuelve la belleza original a una obra clave del patrimonio educativo madrileño, sino que también sitúa al IES San Isidro como un vestigio vivo de la interacción entre arte, cultura y enseñanza en la historia de Madrid.

Supuestamente, el coste total de la intervención asciende a varios millones de euros, financiados por la Consejería de Educación, una cifra que no ha sido oficialmente confirmada.