La Comunidad de Madrid presenta el Agroliving Lab en Aranjuez, un espacio destinado a la promoción de la agricultura sostenible y la riqueza de productos locales.

En el corazón de Aranjuez, la Comunidad de Madrid ha inaugurado recientemente las instalaciones del Agroliving Lab, un laboratorio agrícola que busca fomentar la producción sostenible y resaltar la riqueza de los productos de la huerta madrileña.

Esta apertura, que coincidió con la conmemoración de las fiestas del Motín de Aranjuez, fue celebrada con una jornada de puertas abiertas, invitando a la comunidad a conocer más sobre la agricultura local.

Entre las actividades ofrecidas durante el evento, se destacó una degustación de diferentes variedades de tomate cultivadas en la región, como el tomate de pera, bobcat, rosado y el gordo de Patones.

Expertos del proyecto llevaron a cabo una charla informativa sobre las diversas características y propiedades de estos tipos de tomate, ofreciendo a los asistentes la oportunidad de aprender sobre la importancia de estos cultivos tradicionales.

Adicionalmente, se presentó una exhibición que reunió las principales hortalizas que se están cultivando en esta etapa del año, donde los visitantes pudieron observar productos como pimientos, calabacines y berenjenas.

La gestión del Agroliving Lab corre a cargo del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), cuyo objetivo principal es promover la agricultura como actividad capaz de generar empleo y contribuir a la integración social, al tiempo que se preserva el entorno natural.

Este laboratorio agrícola, que abarca más de dos hectáreas, se dedica a proporcionar formación práctica en técnicas agrícolas respetuosas con el medio ambiente.

Los talleres temáticos son dirigidos por expertos del IMIDRA y por profesionales asociados al sector, quienes comparten su conocimiento y experiencia con las nuevas generaciones de agricultores y el público interesado.

Desde su apertura en 2015, el Agroliving Lab ha acogido a más de 300 personas, además de recibir la visita de ocho asociaciones dedicadas a la educación ambiental, la cultura y la integración sociolaboral.

Estas interacciones no solo enriquecen la experiencia formativa de los participantes, sino que también promueven un espacio de encuentro y colaboración para aquellos que desean aprender más sobre prácticas agrícolas sostenibles.

La agricultura sostenible no solo ayuda a preservar el medio ambiente, sino que también enriquece la cultura local y fortalece la economía regional.

En un momento en que los problemas ambientales son cada vez más urgentes, iniciativas como el Agroliving Lab son fundamentales para cultivar un futuro más verde y responsable.

De este modo, la Comunidad de Madrid reafirma su compromiso con la agricultura sostenible, asegurando que las tradiciones locales y el patrimonio cultural sean valiosos recursos para las generaciones venideras.