Putin y Xi Jinping, dos dictadores con diferentes enfoques en su expansión territorial
En el mundo de la política, tanto Vladimir Putin como Xi Jinping buscan expandir su territorio a expensas de sus vecinos.
Sin embargo, los resultados que han obtenido son completamente distintos.
Vladimir Putin, considerado un criminal de guerra, está viendo cómo sus tropas mueren y su economía sufre, mientras que su poder se ve amenazado constantemente.
A pesar de las ganancias iniciales, Putin está perdiendo su guerra.
En cambio, Xi Jinping es aclamado en cualquier lugar al que vaya, su poder militar se expande y su economía, aunque más lenta, sigue creciendo.
El poder de Xi no se cuestiona.
En resumen, Xi está ganando su guerra.
¿Cuál es la diferencia clave? Putin eligió iniciar una guerra de tipo cinético para expandir su territorio, utilizando balas y bombas, los métodos tradicionales de guerra.
Por otro lado, Xi optó por una guerra en la 'zona gris', una forma agresiva de expansión sin disparar un solo tiro.
Por lo tanto, mientras Rusia lanzaba misiles a Ucrania, China utilizaba un cañón de agua para atacar a un barco filipino.
Ambos actos hostiles, pero solo uno resultó mortal.
El mundo sabe cómo lidiar con Rusia y sus misiles, pero aún no se ha encontrado una respuesta efectiva a la forma enérgica en que China se está imponiendo en los territorios de sus vecinos.
Han pasado siete años desde que un tribunal internacional en La Haya dictaminó que China no tenía una base legal para reclamar los arrecifes y aguas dentro de la zona económica exclusiva de Filipinas.
Además, hay que destacar que las acciones de Putin y Xi Jinping no solo afectan a sus vecinos sino también al equilibrio geopolítico del mundo.
La comunidad internacional debe buscar soluciones y medidas efectivas para hacer frente a la expansión territorial de ambos dictadores.
En conclusión, Putin y Xi Jinping tienen en común su afán de expansión territorial, pero diferencian en los métodos que utilizan y en los resultados que obtienen.
Mientras uno enfrenta desafíos y consecuencias negativas, el otro sigue consolidando su poder y obteniendo victorias.