Una serie de atentados con artefactos explosivos en el suroeste de Colombia han causado la muerte de tres personas y múltiples heridos, desatando una ola de preocupación en la zona.

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La explosión ocurrió en una zona que, por su infraestructura, suele ser transitada con regularidad, pero en ese momento fue escenario de un acto violento que impactó a la comunidad.

Según informaron las autoridades locales, el artefacto explosivo fue colocado en un punto estratégico, probablemente con la intención de causar daño y generar temor entre los habitantes.

La alcaldesa de Jamundí, Paola Castillo, expresó su condena a lo ocurrido: “En el puente de Guachinte se identificó un cilindro explosivo que detonó causando la muerte de tres personas y dejando varias heridas, quienes actualmente reciben atención en el hospital.

La situación de emergencia aún se mantiene en desarrollo”.

El mismo día, en el sector de Potrerito, cercano a la estación de Policía, otro explosivo fue activado, resultando en cinco personas heridas que fueron trasladadas al Hospital Piloto para recibir atención médica.

Además, las autoridades informaron que en la zona urbana se localizaron y desactivaron tres artefactos #explosivos sin que se reportaran daños materiales ni víctimas.

Estos ataques se producen en un contexto de creciente #violencia en la región

Estos ataques se producen en un contexto de creciente violencia en la región, donde en las últimas horas también se registraron incidentes en Cali, la capital del Valle del Cauca.

Tres bombas explotaron en diferentes barrios, dejando dos personas muertas y 36 heridas, de las cuales 22 fueron hospitalizadas. La situación ha puesto en alerta a las autoridades y a la ciudadanía, debido a la magnitud de los incidentes.

En municipios cercanos, como en el departamento del Cauca, también se reportaron atentados con explosivos y hostigamientos por parte de grupos armados ilegales.

Hasta la fecha, estos ataques han dejado cinco muertos, entre ellos dos policías, en un intento de desestabilizar la región y mantener el control del narcotráfico y la minería ilegal.

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, relacionó estos hechos con las disidencias de las FARC, específicamente con el grupo liderado por Néstor Gregorio Vera, alias 'Iván Mordisco'.

El funcionario expresó: “Criminales de las disidencias atacan indiscriminadamente a la población en #Cauca y Valle del Cauca. Esto constituye un crimen de lesa humanidad. Su estrategia es generar terror y desestabilización, con el objetivo de seguir beneficiándose del narcotráfico y la minería ilegal”.

La situación en la región refleja un patrón de violencia que ha persistido por años, alimentado por grupos armados ilegales que operan en zonas rurales y urbanas, poniendo en riesgo la #seguridad de los habitantes.