Una historia de violencia y misterio en Bahía Blanca termina con la condena de una mujer por un crimen brutal contra su hijastro con discapacidad. La investigación revela detalles escalofriantes y armas encontradas en la casa de la víctima.

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El 17 de septiembre de 2022 quedó marcado en la historia criminal de Bahía Blanca, una ciudad ubicada en la provincia de Buenos Aires, Argentina, conocida por su actividad portuaria y su fuerte tradición cultural.

En este día, Nora Marta Lozano, una mujer de 45 años, cometió un acto de extrema violencia que conmocionó a toda la comunidad: apuñaló 28 veces a su hijastro, Jorge Scali, un hombre con discapacidad visual e intelectual, y posteriormente abandonó su cuerpo en plena ruta del partido de Villarino.

Jorge Scali, de 32 años, había sido ingresado en un geriátrico tras sufrir complicaciones relacionadas con su discapacidad. La relación entre la víctima y su madre adoptiva había sido tensa y marcada por episodios de violencia, según informaron allegados. La noche del crimen, Lozano salió del geriátrico con el joven y, en un acto que aún se investiga, lo apuñaló numerosas veces en el pecho y en la región lumbar, heridas que le ocasionaron la muerte casi de manera instantánea.

Luego de cometer el crimen, la mujer abandonó el cuerpo del joven en una ruta de Villarino, un partido rural conocido por sus extensas tierras y poca presencia policial.

La noticia trascendió días después, cuando familiares y vecinos notificaron la desaparición de Jorge. La investigación fue creciendo en intensidad, y en julio de 2023, Lozano realizó una denuncia en la que afirmó que había perdido el rastro de su hijastro en un cementerio cercano.

La declaración despertó sospechas, y las fuerzas de seguridad comenzaron a profundizar en el caso.

Durante el allanamiento en la vivienda de Lozano, los policías encontraron dos armas de fuego con municiones, lo que aportó más elementos para esclarecer el hecho.

La policía también realizó inspecciones en otros lugares y revisó cámaras de seguridad que confirmaban que Lozano había estado en la zona donde abandonó el cuerpo.

Tras meses de investigación, el cuerpo de Jorge Scali fue hallado en avanzado estado de descomposición en una zona rural. La evidencia recopilada y las declaraciones de testigos permitieron a la fiscalía imputar a Lozano por homicidio agravado, falsedad ideológica y tenencia ilegal de armas.

En un juicio que atrajo la atención de toda la provincia, Lozano confesó su crimen, admitiendo que actuó en un momento de ira y que no tenía intención de que su hijastro padeciera tanto.

La justicia ordenó su condena a prisión perpetua, una pena que refleja la gravedad del acto y la necesidad de justicia para la víctima.

Este caso no solo evidencia la violencia familiar en contextos de vulnerabilidad, sino también la importancia de la intervención temprana en situaciones de riesgo.

La historia de Jorge y Lozano se suma a la larga lista de episodios trágicos en Argentina, donde el dolor y la injusticia dejan huellas imborrables en las comunidades afectadas y en la memoria del país.