Un oficial de la policía en Buenos Aires protagonizó un episodio de violencia extrema, que incluyó femicidio, retención de rehén y suicidio, en un contexto marcado por denuncias previas y restricciones judiciales.

Imagen relacionada de un policia argentino se quita la vida tras incidente violento

Un hecho trágico y complejo sacudió las calles de Buenos Aires este miércoles, dejando un saldo fatal y un escenario de tensión que duró más de diez horas.

Gabriel Fernando Danielo, un policía de 39 años con antecedentes por violencia de género, fue el protagonista de una secuencia de eventos que culminaron con su propia muerte y la de su víctima.

La historia comenzó el martes por la tarde, cuando Danielo acudió al gimnasio propiedad de Anabella Florentín, con quien tenía dos hijos y con quien había tenido una relación marcada por episodios de violencia en el pasado.

Según informes oficiales, Danielo se presentó en el lugar alrededor de las 16:30 horas, en un momento en que la restricción judicial le impedía acercarse a Florentín.

Armado con su pistola reglamentaria, el oficial disparó en cinco ocasiones contra Marcela Heredia, la novia de la expareja, quien intentó defender a Florentín.

La brutalidad del ataque despertó alarma en la comunidad y en las fuerzas de seguridad.

Tras el ataque, Danielo se refugió en el primer piso del gimnasio, donde tomó a Florentín como rehén y mantuvo a la mujer bajo su control durante aproximadamente dos horas.

La tensión creció a medida que la policía rodeaba el establecimiento y negociaba la liberación de la víctima. En ese momento, el agresor también lanzó una carta desde el interior, en la que explicaba su relación con Florentín y, según los medios locales, expresaba su intención de quitarse la vida, responsabilizándola por esa decisión.

Las fuerzas especiales, incluyendo el Grupo Halcón, el Grupo de Apoyo Departamental (GAD) y la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), participaron en el operativo que buscaba resolver la situación sin más víctimas.

Tras varias horas de tensión, Florentín fue liberada ilesa cerca de las 19 horas, mientras que Danielo seguía atrincherado. La situación se prolongó hasta la madrugada, cuando, aproximadamente a las 2:30, el policía se disparó en la cabeza. Fue trasladado de urgencia a un hospital cercano en Moreno, en las afueras de Buenos Aires, donde falleció poco después.

Este incidente no solo fue un hecho aislado, sino que refleja una problemática que lamentablemente se repite en el país. Argentina ha visto un aumento en los casos de femicidio en los últimos años, con cifras que alarman a las autoridades y a la sociedad civil. En lo que va de 2025, se han reportado 94 femicidios, lo que equivale a un promedio de uno cada 30 horas, según datos del Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”.

Esta cifra representa un incremento en comparación con los 78 casos registrados en el mismo período de 2024, señalando un recrudecimiento de la violencia machista.

Factores como discursos de odio, negacionismo y la falta de políticas efectivas de prevención contribuyen a esta escalada.

El caso de Danielo pone en evidencia la gravedad del problema y la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección y atención a las víctimas de violencia de género.

La historia también remite a una larga tradición en Argentina, donde los femicidios y la violencia machista han sido una constante que exige respuestas urgentes por parte de las instituciones.

La sociedad y las instituciones deben trabajar juntas para prevenir estos episodios y garantizar que las víctimas tengan acceso a justicia y protección efectiva, evitando que hechos de esta naturaleza vuelvan a repetirse en el país.