El Príncipe Emanuele Filiberto de Saboya, junto a otras familias reales, desarrolla un videojuego llamado The RoyaLand para conectar a las nuevas generaciones con su legado histórico.
El Príncipe Emanuele Filiberto de Saboya, conocido por su peculiare estilo de vida y por sus incursiones en el mundo del entretenimiento, ha anunciado un interesante proyecto que combina la historia y la tecnología.
A sus 52 años, el nieto del último rey de Italia ha decidido unirse a otras siete familias reales para crear un videojuego innovador que tiene como objetivo conectar a las nuevas generaciones con su patrimonio cultural.
El videojuego, titulado The RoyaLand, promete ser una experiencia emocionante que no solo entretiene, sino que también educa sobre la historia de estas casas reales.
Entre las familias que participan se encuentran descendientes de las antiguas monarquías de Albania, Bulgaria, Francia, Yugoslavia, así como de la dinastía Romanov de Rusia y la dinastía Mecklenburg de Alemania, junto con los monarcas actuales de Lesotho, en el sur de África.
Emanuele Filiberto expresó su visión en una entrevista exclusiva: "Quería crear un juego que pudiera fusionar el atractivo de la realeza con la emoción del mundo de los videojuegos, involucrando a otras familias reales". El príncipe se muestra optimista respecto a las posibilidades que este proyecto ofrece tanto a los jugadores como a las casas reales.
A pesar de su enfoque en familias reales, aún no ha contactado a la familia real británica, aunque ha discutido sus ideas con el Príncipe Alberto de Mónaco, donde Emanuele Filiberto reside con su familia.
Para este proyecto, se ha unido a la empresa Neosperience, con sede en Milán, que está desarrollando el videojuego utilizando inteligencia artificial.
La expectativa es que The RoyaLand sea lanzado a finales del próximo año.
Este esfuerzo por educar y conectar a los jóvenes con historias de realeza tiene un trasfondo interesante.
Históricamente, las monarquías europeas han jugado un papel crucial en la forja de la identidad cultural del continente, siendo símbolos de poder, tradiciones y costumbres.
Sin embargo, muchos jóvenes de hoy en día no están familiarizados con estos legados.
El videojuego busca llenar ese vacío al ofrecer una representación interactiva de la historia, en la que los jugadores podrán explorar las vidas y legados de estas familias reales de una manera entretenida y accesible.
Este tipo de iniciativas son cada vez más comunes en un mundo donde la tecnología nos permite reinventar cómo se transmite la cultura y el conocimiento.
The RoyaLand se une a una creciente lista de proyectos que buscan hacer que la historia sea relevante y atractiva para las audiencias más jóvenes.
Con un enfoque fresco y dinámico, este videojuego tiene el potencial de enriquecer la comprensión sobre la historia real y la importancia del legado cultural en la actualidad.
Sin duda, la combinación de realeza y videojuegos capturará la atención de muchos, otorgándole a la historia un nuevo formato que espera resonar en las nuevas generaciones.