Andriy Pavlov y Liudmyla Serdiukova, junto a otros ucranianos desplazados, encuentran esperanza en la ciudad de Dnipro tras huir de las zonas ocupadas por Rusia. A pesar de las dificultades, mantienen viva su esperanza.
En el contexto de la guerra en Europa, específicamente en Ucrania, muchos ciudadanos han tenido que abandonar sus hogares, sus carreras y parte de sus amistades, pero se mantienen firmes en espíritu.
Andriy Pavlov, su esposa Yuliana y su hijo Egor, forman parte de los aproximadamente 400,000 habitantes que han dejado la ciudad de Kharkiv, en el noreste de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia, y no han regresado.
Esta ciudad ha sido golpeada por Rusia desde el inicio de la guerra.
Pavlov, líder del equipo de respuesta de World Vision Ucrania, se ha trasladado a Dnipro con su hijo de 14 años para estar más cerca de Kharkiv, donde aún viajan para recibir tratamiento médico.
Su esposa vive en Kyiv, a seis horas de distancia, y sus padres han huido a Noruega.
Liudmyla Serdiukova, también miembro del equipo de respuesta de World Vision, abandonó su ciudad natal de Bakmut, en el extremo este de Ucrania, una de las zonas más afectadas por los enfrentamientos.
Ahora, ambos son parte fundamental del equipo de respuesta de la organización en Dnipro, una ciudad que se ha convertido en un importante centro para los desplazados de las áreas ocupadas por Rusia.
Según las Naciones Unidas, la guerra en Ucrania ha afectado la vida de 14.6 millones de personas, con al menos 3.3 millones viviendo en comunidades en primera línea, incluidas las territorios ocupados.
Se estima que cuatro millones de ucranianos están desplazados internamente, y más de 100,000 viven en alojamientos comunales.
A pesar de las dificultades y las pérdidas sufridas, Pavlov y Serdiukova encuentran consuelo en su labor humanitaria, ayudando a quienes han perdido tanto en esta tragedia.
A pesar de la devastación causada por la guerra, la esperanza y la solidaridad siguen siendo pilares fundamentales para aquellos que luchan por reconstruir sus vidas en medio del conflicto armado en Ucrania.
La valentía y la determinación de personas como Andriy Pavlov y Liudmyla Serdiukova son un ejemplo de resiliencia que inspira a otros a seguir adelante en tiempos difíciles.