En un ataque sorpresivo, Ucrania llevó a cabo una operación exitosa contra Rusia, utilizando 25 drones y nueve cohetes para atacar diferentes instalaciones en el país vecino.

Según informes oficiales rusos, la refinería de petróleo NORSI, propiedad de Lukoil, fue uno de los blancos principales, resultando en un incendio en sus instalaciones.

Esta acción ha generado preocupación en Rusia, el segundo exportador de petróleo más grande del mundo.

Tanto Rusia como Ucrania han empleado drones en conflictos previos, atacando infraestructuras críticas y concentraciones de tropas en enfrentamientos que llevan más de dos años.

En respuesta a los ataques, Rusia derribó 25 drones ucranianos en diversas regiones del país, incluyendo Moscú, Leningrado, Belgorod, Kursk, Briansk, Tula y Oryol.

Además, se reportaron ataques a varias instalaciones energéticas, como el incendio en la refinería NORSI y la destrucción de un drone en las afueras de la ciudad de Kirishi, donde se encuentra la segunda refinería de petróleo más grande de Rusia.

El gobernador de la región de Nizhny Novgorod publicó imágenes del incendio en la refinería NORSI, mientras las autoridades trabajan para controlar la situación.

Esta refinería tiene una capacidad de procesamiento de 17 millones de toneladas métricas de petróleo al año, representando el 11% de la producción de petróleo de Rusia.

La subida de precios de la gasolina es una preocupación para los conductores y agricultores rusos, especialmente antes de las elecciones presidenciales programadas del 15 al 17 de marzo.

El país decidió imponer una suspensión de seis meses en las exportaciones de gasolina a partir del 1 de marzo, impactando en la economía y generando incertidumbre en el mercado petrolero internacional.