Impacto de la guerra en Ucrania a través de la historia de una superviviente de 98 años
En Europa del Este, más precisamente en Ucrania, la realidad de la guerra se hace evidente a través de historias como la de Lidiia Lomikovska, una mujer de 98 años que ha vivido en carne propia las consecuencias del conflicto armado en la región.
En abril, un soldado ruso se presentó frente a su hogar en escombros y lo primero que hizo fue disparar y matar al perro de la familia.
Lidiia, quien ha sobrevivido a la hambruna provocada por Stalin en la década de 1930 y la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, decidió emprender un peligroso viaje a pie en busca de seguridad luego de ser separada de su familia debido a los bombardeos rusos en su pueblo.
Durante horas, sin alimentos ni agua y con un par de pantuflas en sus pies, Lidiia caminó entre los cadáveres de soldados caídos, esquivando cráteres de bombas, en medio de disparos y con la incertidumbre de si el siguiente paso sería su último.
"Caminaba todo el camino y no había nadie en ninguna parte, solo disparos, y me preguntaba si estaban disparando a mí", relató en una entrevista.
"Caminaba, me hacía la señal de la cruz, y pensaba, ojalá esta guerra termine, ojalá todo se detenga".
La brutalidad de la guerra se manifiesta en la vida cotidiana de personas como Lidiia, que se enfrentan a la violencia y la destrucción sin poder escoger su destino.
Mientras las fuerzas rusas intensifican sus ataques en la región de Donetsk, cientos de miles de civiles bajo control ucraniano corren peligro ante nuevos bombardeos.
Además, se informa que Rusia ha ampliado su presencia militar en otras zonas del país, como en la región de Kharkiv, y se teme que pueda abrir un nuevo frente en dirección a Sumy, ciudad donde más de 20,000 personas han tenido que ser evacuadas en las últimas semanas.
La situación es crítica y la incertidumbre se cierne sobre cientos de miles de ucranianos que ven amenazada su seguridad y estabilidad.
La historia de Lidiia Lomikovska es solo una muestra de las miles de vidas afectadas por el conflicto en Ucrania, que ha dejado a su paso una estela de dolor y sufrimiento.
La paz parece un anhelo lejano para quienes día a día luchan por sobrevivir en un entorno hostil y peligroso.
Es necesario poner fin a esta guerra y buscar soluciones que permitan a personas como Lidiia vivir en paz y seguridad en su propia tierra.