Las fuerzas rusas han tomado una extensión significativa de territorio en Ucrania, registrando el mayor avance desde el inicio de la invasión en 2022.

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Las fuerzas rusas han experimentado un avance notable en Ucrania, tomando una extensión de territorio que equivale a la mitad del tamaño de Londres en el último mes, según analistas y bloggeros de guerra.

Este movimiento ha sido considerado uno de los más contundentes desde los inicios de la invasión de 2022. A pesar de que las tropas rusas inicialmente conquistaron vastas áreas de Ucrania, rápidamente fueron repelidas y sus posiciones se limitaron principalmente a las regiones este y sur del país.

Durante dos años, la línea del frente, que se extiende a lo largo de 1,000 kilómetros, había permanecido relativamente estática.

Sin embargo, desde julio, se han visto avances más pequeños que han alterado esta dinámica.

De acuerdo con un informe de un grupo de noticias independiente ruso, Agentstvo, las fuerzas rusas han capturado aproximadamente 235 kilómetros cuadrados en la última semana, lo que representa un récord semanal para el año 2024.

Además, se ha destacado que Rusia ha establecido nuevos récords tanto semanales como mensuales en cuanto a la extensión del territorio ocupado en Ucrania.

En comparación, el pasado noviembre, se habían tomado 600 kilómetros cuadrados, según datos de DeepState, una entidad que estudia las grabaciones de combates y ofrece mapas del frente.

Entre los últimos desarrollos, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció la captura de la aldea de Kopanky en la región de Kharkiv, que ha sido un punto focal de la actividad militar rusa al norte del principal teatro de los combates en la región de Donetsk.


A medida que avanzan las operaciones, la tercera brigada de asalto de Ucrania publicó en Telegram que logró despejar la aldea de soldados rusos.

Por su parte, los medios ucranianos citaron a Nazar Voloshyn, un portavoz del grupo de tropas Khortytsya, quien afirmó que las fuerzas de Kyiv habían repelido un avance ruso hacia el centro logístico de Kupiansk, también en la región de Kharkiv.

Este fue el segundo enfrentamiento de este mes en el que el ejército ucraniano reportó haber frustrado un ataque sobre Kupiansk.

Históricamente, el conflicto entre Rusia y Ucrania se agrava desde 2014, año en que se produjo la anexión de Crimea.

Desde entonces, el clima de tensión no ha hecho más que intensificarse, llevando a numerosas confrontaciones y a un gran número de desplazados.

Esta nueva fase del conflicto parece indicar que, a pesar de los esfuerzos de ambas partes por estabilizar la situación, las hostilidades continúan creciendo.

Con estos últimos avances militares por parte de Rusia, el futuro del conflicto y la seguridad en la región permanecen inciertos, desafiando las expectativas de un cierre pacífico al enfrentamiento.